Las "cápsulas del tiempo" son contenedores sellados que resguardan objetos, documentos o recuerdos con la intención de ser abiertos en el futuro, como una ventana directa al pasado. Estos repositorios, suelen incluir cartas, fotos o diarios, pero en muy raras ocasiones, un automóvil y eso fue precisamente lo que se halló en Seward, Nebraska.
Según publican medios locales, la cápsula, calificada como "la más grande del mundo", fue construida en 1975 por Harold Keith Davisson, un comerciante local de la ciudad de Seward. Con un peso de 45 toneladas, la bóveda albergó más de 5.000 objetos, incluyendo cartas, casetes, dibujos y, de forma inusual, un ejemplar del Chevrolet Vega.
El auto, un modelo subcompacto de tres puertas que en su momento fue criticado por su cuestionable fiabilidad, llamó inemdiatamente la atención por su buen estado pese a permanecer medio siglo bajo tierra.
El modelo fue elegido por Davisson para ser inluído en esta "cápsula del tiempo" al no recibir donaciones de los concesionarios locales. Pese a su mala reputación, el ejemplar desenterrado ahora se considera una real rareza por su buen estado y escaso kilometraje. Junto al auto también se halló una motocicleta Kawasaki.
El proceso de apertura de la bóveda no fue sencillo, indican los reportes de prensa, ya que fue necesario cortar la estructura piramidal de hormigón que protegía el sitio antes de retirar el sello original, proceso que se llevó a cabo exactamente 50 años después de su clausura.
Tras la apertura de la bóveda se comprobó que, salvo algunos daños por humedad, la mayoría del contenido se mantiene en buen estado.
Uno de los principales desafíos ahora es identificar y devolver los objetos a sus dueños o familiares, una tarea complicada debido a la pérdida del inventario original y el robo de una caja con registros durante la década de 1990.
Trish Johnson, hija de Davisson, lidera esta tarea con el objetivo de reconstruir las historias personales encerradas por décadas en esta cápsula.