Los vehículos eléctricos de batería que actualmente se venden en mercados como los de Europa emiten casi cuatro veces menos gases de efecto invernadero a lo largo de su vida útil que los ejemplares de gasolina, lo que supone una mejora del 24% con respecto a las estimaciones de 2021, según reveló un nuevo estudio del Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT).
La organización estima en concreto que los vehículos eléctricos de batería que se comercializan actualmente en el Viejo Continente producen un 73% menos de CO2 a lo largo de su vida útil que sus homólogos de combustión interna, incluso teniendo en cuenta la fabricación.
El estudio plantea además que a diferencia de los eléctricos puros, otros sistemas de propulsión, como los híbridos y los híbridos enchufables, muestran un progreso más marginal en la reducción de su impacto climático, el que alcanza un 20% y un 30%, respectivamente, en comparación con los de gasolina.
Aunque la hibridación ofrece algunas ventajas, agrega el reporte de la ICCT, estas reducciones son relativamente pequeñas si se comparan con el ahorro de emisiones de los vehículos eléctricos de batería, y no son suficientes para cumplir los objetivos climáticos a largo plazo.
Ante dichos resultados, el estudio concluye que solo los vehículos eléctricos de batería pueden reducir a gran escala las emisiones contaminantes y cumplir con los objetivos medioambientales.
"Los autos eléctricos de batería en Europa se están volviendo más limpios más rápido de lo que esperábamos y superan a todas las demás tecnologías, incluidos los híbridos y los híbridos enchufables", señaló Marta Negri, investigadora del ICCT.
"Este progreso se debe en gran medida al rápido despliegue de la electricidad renovable en todo el continente y a la mayor eficiencia energética de los autos eléctricos de batería", explicó.
Según esta organización, se espera que en 2025 las fuentes de energía renovables representen el 56% de la generación de electricidad en Europa, lo que supone un aumento de 18 puntos respecto a 2020.
El Centro Común de Investigación de la Unión Europea (UE) prevé que este porcentaje aumente aún más en la próxima década, hasta alcanzar el 86% en 2045.
Dado que los autos que se venden hoy en día suelen permanecer en la carretera unos 20 años, precisa el informe, la mejora continua de la combinación de fuentes de electricidad no hará sino aumentar los beneficios climáticos de los autos eléctricos de batería, afirma ICCT.
En cambio, la combinación de combustibles utilizada por los autos con motor de combustión interna seguirá dependiendo principalmente de los combustibles fósiles, ya que la disponibilidad y el precio de los combustibles alternativos siguen siendo inciertos, agrega.
El estudio también tiene en cuenta otras opciones de propulsión y combustible, como los vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno, una vía que también puede ofrecer una reducción significativa de las emisiones (79%) en comparación con los autos de gasolina, pero sólo cuando se utiliza hidrógeno basado en electricidad renovable, que actualmente no se produce ni está disponible a gran escala en Europa.
