Las persecuciones, explosiones y choques espectaculares son parte fundamental del cine de acción y si bien en su gran mayoría se usan réplicas cuando se trata de autos exclusivos o muy costosos, en algunas ocasiones la búsqueda del realismo total ha “sacrificado” algunos ejemplares para pesar de los fanáticos tuerca.
Son varios los ejemplos, pero uno de los más recordados es la destrucción de un exclusivo Porsche 917K (cola corta) durante la filmación de la película Le Mans 1971. Aunque el accidente no estaba en el guión de la película, el piloto David Piper perdió el control del auto, uno real, tras reventar un neumático, destruyendo gran parte de este.
Si bien el auto fue posteriormente reconstruido, su accidente quedó en el recuerdo de los fanáticos tuerca considerando que sólo se hicieron 65 unidades del 917 y que de ellas sólo un puñado son variantes Kurzheck.
Otro caso es el Aston Martin DB10 creado especialmente para la cinta Spectre de James Bond (2015). De los 10 autos fabricados para la película siete fueron destruidos durante el rodaje incluyendo una escena en la que el DB10 termina en el río Tíber. Uno de los modelos sobrevivientes fue subastado en más de 35 millones de dólares.
Otro auto icónico dañado en favor del Séptimo Arte fue un exclusivo Lamborghini Countach 25th Anniversary, el que fue estropeado durante la grabación de "El Lobo de Wall Street" (2013).
Si bien para la escena más icónica de Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio) donde aparece destrozando el deportivo se utilizó una réplica para las tomas de destrucción final, el director Martin Scorsese insistió en que se utilizara un Countach real para las tomas iniciales y de "daño progresivo" para lograr la autenticidad necesaria.
Esto resultó en daños reales al vehículo original, algo no menor si se considera que su precio puede superar los 1,35 millones de dólares.
Otro auto costoso que fue víctima del cine fue un Lamborghini Murciélago LP640 destruido en la grabación de "Batman: El Caballero de la Noche" de 2008. En una de las escenas el costoso deportivo es impactado por un camión. Aunque es difícil confirmar si se usó un único Murciélago real en la secuencia o si se emplearon múltiples ejemplares dañados progresivamente, se sabe que Lamborghini prestó o vendió varios de estos vehículos a la producción. Un Murciélago LP640 en 2008 tenía un precio base de alrededor de 345.000 dólares.
Siguiendo con los superhéroes el millonario "Iron Man 2" de 2010 también hizo lo propio con un exclusivo Rolls-Royce Phantom o más bien dos unidades reales usadas en las escenas de acción. En la filmación, ambos vehículos sufrieron daños considerables, algo no menor si se considera que ese año cada auto costaba unos 438.000 dólares.