La capital de Finlandia, Helsinki, acaba de marcar un hito en seguridad vial tras cumplir un año completo sin registrar víctimas fatales por accidentes de tránsito, según datos oficiales.
Desde julio de 2024 no se ha producido ninguna muerte por este tipo de incidentes en la metrópolis, cifra que está lejos de ser fruto del azar, sino que el resultado de años de trabajo sostenido y políticas públicas enfocadas en reducir la siniestralidad.
El ingeniero de tráfico Roni Utriainen, de la División de Medioambiente Urbano de la ciudad, explicó al medio local YLE que una de las medidas clave ha sido la reducción del límite de velocidad en muchas zonas urbanas.
Actualmente, recordó, más de la mitad de las calles de Helsinki tienen una velocidad máxima de 30 km/h, especialmente en áreas cercanas a colegios y zonas residenciales.
Pero la baja velocidad no es el único factor, ya que la capital de Finlandia también ha apostado por una estrategia integral de seguridad vial que combina planificación urbana, fortalecimiento del transporte público, mejoras en infraestructura para peatones y ciclistas, y un mayor control del cumplimiento de las normas de tránsito.
En esa línea, recoge una nota de Motor.es, también se han ampliado las zonas peatonales, construido más ciclovías, instalado nuevos radares y automatizado sistemas de control.
Junto con ello, las autoridades de la ciudad también han ampliado la presencia de agentes de tráfico en las calles, lo que ha contribuido a mejorar la convivencia vial. Estas acciones se suman al progreso en la seguridad de los propios vehículos.
El éxito de Helsinki no es nuevo. En 2019, la ciudad ya había logrado una meta significativa: ese año no se registró ningún peatón fallecido en sus calles. La tendencia positiva se mantiene, como lo demuestra la caída en el número total de accidentes: de casi 1.000 por año en los años 80, se redujeron a sólo 277 en el último periodo.
Aunque Helsinki no es una ciudad muy grande en comparación con otras capitales europeas —es la número 20 en el continente por población— su experiencia demuestra que es posible avanzar hacia la visión de "cero víctimas", dando un ejemplo a seguir para otras ciudades que buscan mejorar la seguridad en sus calles y proteger la vida de peatones, ciclistas y conductores por igual.