El arriesgado cambio de imagen que lleva adelante el fabricante británico Jaguar no ha dejado a nadie indiferente y así lo dejó en evidencia el propio presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien no dudó en burlarse públicamente del camino tomado por la automotriz y calificarlo de “estúpido”.
A través de su plataforma Truth Social, el mandatario ironizó sobre el rediseño de la marca, impulsado por el ahora ex director ejecutivo, Adrian Mardell, y acusó a JLR de haber perdido el rumbo.
“¿Quién quiere comprar un Jaguar después de ver ese anuncio tan vergonzoso?”, escribió el presidente, en alusión a un spot donde la firma presentó su prototipo eléctrico Type 00 con una puesta en escena diversa y llamativa, alejada del estilo tradicional de la marca.
Trump comparó la campaña de Jaguar con un reciente anuncio de American Eagle protagonizado por la actriz Sydney Sweeney, a quien elogió por estar registrada como republicana. En cambio, tildó la apuesta publicitaria de la automotriz británica como un “desastre total”.
El cambio de imagen de Jaguar es una de las transformaciones más audaces y polémicas llevadas adelante en la industria automotriz reciente y se enmarca en una estrategia integral de la compañía, llamada "Reimagine", con el objetivo de convertir a la automotriz en una marca de lujo totalmente eléctrica. Este cambio va mucho más allá de simplemente actualizar sus modelos a vehículos eléctricos; es una redefinición completa de su identidad, público objetivo y filosofía de marca.
Jaguar, actualmente propiedad del conglomerado indio Tata Motors, ha sostenido que la salida de Mardell –tras 35 años en la compañía– estaba prevista desde hace tiempo y no guarda relación con las críticas públicas que han recibido el cambio de imagen de la marca. El ejecutivo será reemplazado en noviembre por PB Balaji, actual director financiero de Tata.
La transición se da en medio de planes estratégicos clave para Jaguar Land Rover, que prevé lanzar su nueva línea totalmente eléctrica el próximo año con un radical cambio de imagen, el que incluso deja en el pasado la figura del icónico felino, causando críticas como la última arremetida de Trump.