El fabricante alemán Volkswagen ha logrado en los últimos meses algo que hace poco era impensado y que no es otra cosa que desplazar a Tesla del liderazgo de ventas de autos eléctricos en Europa, en un hito que para lo analistas marca un punto de inflexión en la carrera por dominar la electromovilidad.
La compañía germana no solo logró superar a su rival estadounidense en la región, sino que además registró un crecimiento de 38% en sus entregas globales de vehículos eléctricos durante el segundo trimestre de 2025.
Según datos entregados por Bloomberg, el avance se explica por el éxito de los modelos ID actualizados, entre ellos un hatchback, un SUV crossover y un sedán de gran tamaño, los que han recibido elogios por su renovado software y la mejora en la calidad de sus interiores. Estas características, antes cuestionadas por los consumidores, han permitido que VW gane terreno de manera consistente.
El éxito de Volkswagen en los mercados del Viejo Continente se contrasta con el desplome de Tesla y que es cada vez más evidente. La pérdida de popularidad en la región de su CEO, Elon Musk, debido a sus actuaciones en el plano político, sumada a la consolidación de la oferta de los alemanes, impulsó el cambio de tendencia, agrega el reporte.
De esta manera, el grupo VW se encamina a ser el mayor fabricante de vehículos eléctricos de Europa en 2025, superando no solo a Tesla, sino también a competidores como Stellantis y Renault.
La compañía de Wolfsburgo espera además afianzar esta posición de liderazgo con sus próximos lanzamientos de cero emisiones donde se espera un hatchback de bajo consto y que rondaría en los 25.000 euros.
Este modelo apunta al segmento de entrada, lo que ampliaría el alcance de la electromovilidad en el continente y, de paso, pondría en aprietos a Tesla, cuya estrategia de precios en Europa ha perdido tracción.
Renacer tras el escándalo
El ascenso de Volkswagen en electromovilidad, agrega una nota de Jalopnik.com, cobra aún más fuerza al considerarse su pasado reciente. Hace una década, la empresa enfrentó el mayor escándalo ambiental de la industria automotriz, al manipular pruebas de emisiones en motores diésel. La crisis le costó a los alemanes más de 37.000 millones de dólares en multas y reparaciones, pero también fue el impulso que llevó al grupo a volcarse decididamente hacia los autos eléctricos.
Aunque sus primeros modelos cero emisiones fueron criticados y generaron dudas sobre su competitividad, en la actualidad los compradores europeos parecen haber dejado atrás tanto las vacilaciones iniciales como el recuerdo del fraude. El cambio de percepción ha sido clave para consolidar a Volkswagen entre los líderes de la transición eléctrica.
No obstante, la compañía enfrenta importantes retos como replicar este logro en China, el mayor mercado de vehículos eléctricos del mundo, donde los fabricantes locales dominan con fuerza. Allí, Tesla y VW comparten un terreno hostil en el que la competencia es feroz y los márgenes de crecimiento se reducen cada vez más.