La alemana Mercedes-AMG trabaja en el desarrolló de un nuevo motor de combustión de gran cilindrada que promete redefinir el futuro de sus modelos de alto rendimiento. El lanzamiento de este avanzado propulsor térmico está previsto para finales de 2027, marcando el regreso de un V8, más potente y eficiente que sus predecesores.
El nuevo bloque será un propulsor electrificado de última generación, diseñado para la plataforma AMG.EA, pensada para vehículos de altas prestaciones. Considerado el sucesor natural del M178 presentado en 2014, el nuevo motor buscará superar los estándares actuales tanto en potencia como en eficiencia, además de cumplir con la exigente normativa Euro 7.
El motor M178 se hizo célebre por impulsar modelos icónicos como el AMG GT Black Series, con hasta 720 CV, y versiones especiales de Aston Martin que alcanzaron los 817 CV. Por ello, no sorprende que la nueva unidad busque romper nuevamente la barrera de los 800 caballos de fuerza.
El director de Desarrollo de AMG, Steffen Jastrow, adelantó que la potencia del motor superará a la del Black Series, prometiendo un rango aún mayor que lo visto hasta ahora. También ofrecerá una mejor respuesta al acelerador, algo que los ingenieros consideran clave para las sensaciones al volante.
Pese a la innovación, desde la marca indicaron que el V8 actual seguirá teniendo vida. El reciente AMG GT Track Sport mantiene un motor M177/M178 mejorado, y la compañía insiste en que seguirá ofreciendo variantes V8 mientras exista demanda entre los clientes más tradicionales.
En ese contexto, la alemana reconoció que algunos entusiastas de la marca se alejaron tras la adopción del motor de cuatro cilindros en el C 63, lo que demuestra que la pasión por los bloques grandes sigue vigente. Michael Schiebe, CEO de AMG, confirmó que el nuevo V8 estará en producción más allá de la próxima década.
En paralelo, Mercedes-Benz mantendrá su V12 en modelos exclusivos como el Clase S Maybach y el Clase S Guard. Incluso marcas como Pagani continúan apostando por este bloque de origen AMG, prueba de que los grandes motores aún tienen un lugar en la industria, aunque cada vez más selectivo.