Las ventas y la producción del fabricante británico de automóviles de lujo Jaguar Land Rover (JLR), ya afectadas en los últimos meses por los aranceles impuestos por Donald Trump, ahora se vieron nuevamente golpeadas, esta vez por un complejo ciberataque.
Así lo reconoció esta jornada la automotriz mediante un comunicado público donde se indica que las acciones maliciosas de los hackers han perturbado “gravemente” las operaciones de la compañía.
"JLR fue víctima de un ‘ciberincidente’. Hemos tomado medidas inmediatas para mitigar su impacto cerrando de manera proactiva nuestros sistemas", añadió la compañía en el documento, señalando además que trabaja en un "reinicio" de sus actividades.
"En esta etapa nada indica que se hayan robado datos de clientes, pero nuestras actividades de venta y producción se vieron gravemente afectadas", añadió la empresa.
JLR, propiedad del grupo indio Tata Motors, había suspendido en abril sus entregas de vehículos a Estados Unidos debido a los aranceles impuestos por el presidente Trump. Debido a eso, a comienzos de julio publicó cifras de ventas trimestrales en clara caída.
El fabricante anunció pocos días después la eliminación de hasta 500 puestos de gestión en Reino Unido, lo que representa 1,5% de su plantilla británica total.
Los aranceles adicionales habían sido impuestos a comienzos de abril por el presidente estadounidense, pero un acuerdo comercial entre Londres y Washington, en vigor desde finales de junio, los redujo para los automóviles británicos del 27,5% al 10% (con un límite de 100.000 vehículos por año).