El fabricante estadounidense Jeep, hoy parte del Grupo Stellantis, decidió suspender el desarrollo del anunciado Gladiator 4xe, su esperada pick up híbrida enchufable, poniendo término inmediato a todas las actividades y acuerdos relacionados con el modelo.
Según se indicó, la drástica decisión fue comunicada a los proveedores de la compañía mediante una carta enviada la semana pasada, en la que se indica que la medida tiene su origen en el cambio en las preferencias de los consumidores.
El Gladiator 4xe estaba llamado a convertirse en el tercer PHEV (vehículo híbrido enchufable) de Jeep, sumándose a las versiones electrificadas del Wrangler y el Grand Cherokee. Su lanzamiento estaba previsto para este año y prometía una interesante propuesta para el segmento de camionetas medianas.
En esa línea, se había anunciado que la camioneta iba a montar el sistema motriz del Wrangler 4xe, con un motor turboalimentado de 2.0 litros acoplado a dos propulsores eléctricos, con una batería de 17 kWh. En conjunto, entregaba 375 caballos de fuerza, 470 lb-pie de torque y una autonomía aproximada de 34 km en modo totalmente eléctrico.
Stellantis explicó que la cancelación responde a un cambio en las preferencias de los consumidores hacia camionetas eléctricas de batería y en esa línea el fabricante adelantó que los recursos destinados al 4xe serán destinados a concretar mejoras para el Gladiator, incluyendo nuevas opciones de fábrica, personalización y posibles variantes de motorización.
Por ahora, agrega el reporte, el Gladiator continuará ofreciendo únicamente el motor Pentastar V6 de 3.6 litros. Sin embargo, algunos analistas especulan con la posibilidad de que la marca sume un potente Hemi V8 de 6.4 litros, similar al utilizado en el Wrangler Rubicon 392.
Esta decisión se añade a otras medidas recientes de Stellantis, grupo automotriz que ha decidido frenar o modificar sus planes eléctricos debido a la menor demanda. Ram, por ejemplo, canceló su camioneta totalmente eléctrica 1500 REV, mientras que marcas como Chrysler, Alfa Romeo y Maserati abandonaron la meta de ser exclusivamente eléctricas hacia finales de esta década.
La compañía también renovó su apuesta por los motores V8, reintroduciéndolos en modelos icónicos como la Ram 1500. Los rumores indican que esta tendencia podría extenderse a futuros lanzamientos, fortaleciendo la presencia de Stellantis en el mercado estadounidense.