La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de Estados Unidos (NHTSA) abrió una investigación sobre casi 2,9 millones de vehículos Tesla equipados con el sistema de conducción autónoma total (Full Self-Driving o FSD).
El proceso, recoge una nota Carscoops.com, busca determinar si esta tecnología presenta fallos que puedan infringir las normas de tránsito y poner en riesgo la seguridad de los usuarios.
La pesquisa se centra en incidentes donde los autos, con el FSD activado, habrían cometido infracciones graves, como saltarse semáforos en rojo o circular en sentido contrario.
La Oficina de Investigación de Defectos de la NHTSA indicó que ha recibido más de 50 reportes de irregularidades, incluidos accidentes con heridos. En al menos seis casos, los vehículos ignoraron una luz roja y provocaron colisiones en intersecciones; cuatro de esos siniestros terminaron con personas lesionadas.
El organismo estadounidense también examinará el comportamiento del sistema ante cruces ferroviarios y su capacidad de alertar al conductor antes de ejecutar maniobras peligrosas.
Según la NHTSA, las denuncias incluyen situaciones en las que el software no detuvo completamente el vehículo o mostró de forma incorrecta el estado de las señales de tráfico en el tablero.
Aunque Tesla promociona el FSD como una herramienta de conducción avanzada, la agencia recordó que se trata solo de un sistema de nivel 2, lo que implica que el conductor debe mantener la atención constante y seguir siendo responsable de todas las acciones del vehículo.
La investigación busca establecer si ciertos comportamientos del software pueden interferir con la supervisión humana o inducir a error al usuario. La NHTSA colabora con autoridades locales, como la Policía Estatal de Maryland, donde se detectaron varios incidentes en una misma intersección.
Si bien Tesla ha implementado ajustes en algunos de estos puntos, el regulador federal pretende determinar si los fallos son aislados o sistémicos.