Rolls-Royce conmemoró los cien años de su modelo más emblemático, el Phantom, con la presentación de una edición limitada que llega a redefinir el concepto de lujo automotriz. Se trata de la "Phantom Centenary Private Collection", compuesta por apenas 25 unidades, considerada la más compleja y tecnológicamente ambiciosa en la historia de la marca.
El fabricante británico describió esta serie como el resultado de más de 40.000 horas de trabajo, concebida para rendir homenaje al "artículo de lujo más venerado del mundo".
Cada unidad del Phantom Centenary, añaden, busca representar un siglo de historia y elegancia, con una atención al detalle que convierte al vehículo en una auténtica pieza de colección.
En su exterior, el modelo destaca por un acabado bitono en blanco ártico y negro con brillo metálico, logrado gracias a partículas de vidrio iridiscentes aplicadas sobre la pintura.
El icónico emblema Spirit of Ecstasy está además fabricado en oro macizo de 18 quilates y chapado en oro de 24 quilates, mientras que las insignias y llantas incorporan grabados y detalles conmemorativos.
En tanto, el interior fue definido como una verdadera obra de arte. Los asientos traseros funcionan como un lienzo que narra la historia del Phantom en tres capas superpuestas, con imágenes impresas y bordadas que representan escenas históricas, modelos icónicos y a siete propietarios notables a lo largo de las generaciones. La confección de esta pieza artística tomó más de un año y requirió más de 160.000 puntadas.
En un guiño al pasado, los asientos traseros están tapizados en tela, como ocurría en los modelos originales destinados a pasajeros, mientras que los delanteros, reservados para los chóferes, incorporan ilustraciones grabadas con láser inspiradas en el Phantom I de 1923.
La cabina también exhibe una Galería de Antología con piezas de aluminio impresas en 3D y paneles de madera de Blackwood teñida, que combinan grabados láser, pan de oro y marquetería tridimensional.
El acabado del tablero incluye polvo de oro y un dial giratorio chapado en oro de 24 quilates, junto con un motor V12 de 6,75 litros especialmente decorado.
El techo Starlight, con más de 440.000 puntadas, recrea momentos clave de la historia del Phantom, reforzando la sensación de estar ante una obra de arte móvil. Cada detalle, agrega un reporte de carscoops.com, desde los materiales hasta la iluminación interior, busca rendir tributo a un siglo de excelencia artesanal y a la tradición de lujo que distingue a Rolls-Royce.