Las pick-up se han convertido en un símbolo del mercado automotor estadounidense. Modelos como la Ford F-Series o la Chevrolet Silverado dominan las ventas desde hace décadas, pero su crecimiento en tamaño y peso ha despertado serias preocupaciones en materia de seguridad.
Una Ford F-150 Raptor mide casi 6 metros de largo, mientras que la versión Super Duty alcanza los 6,7 metros. En comparación, el tanque M4 Sherman de la Segunda Guerra Mundial mide 5,8 metros. En otras palabras, las camionetas actuales son literalmente más grandes que un tanque antiguo.
La longitud media de los 20 vehículos más vendidos en Estados Unidos supera los 5 metros, frente a poco más de los 4 metros que se anotan en Europa. Este gigantismo tiene consecuencias: más puntos ciegos, mayor peso y más dificultad para maniobrar en entornos urbanos.
De acuerdo con Motorpasion.com, los expertos en seguridad vial advierten que estas camionetas representan un peligro creciente para los peatones, especialmente los niños. El diseño elevado del capó y la forma cuadrada del frente hacen que los conductores no vean lo que hay inmediatamente delante del vehículo.
Un estudio, agrega el artículo, comparó la visibilidad de una Chevrolet Silverado moderna con la de un tanque M1 Abrams. Sorprendentemente, el blindado militar tiene menos puntos ciegos. Esto significa que un conductor de pick-up puede tardar más metros en advertir la presencia de un niño frente al vehículo.
En Estados Unidos ya se han reportado incidentes trágicos derivados de este problema, lo que ha llevado a organizaciones civiles a exigir nuevas normativas sobre diseño y visibilidad en estos vehículos.
Las marcas, sin embargo, siguen apostando por tamaños cada vez mayores, impulsados por las buenas ventas de estos modelos, considerados como el reflejo de una cultura automotriz centrada en la potencia y el estatus, más que en la eficiencia o la seguridad vial.