El director general del fabricante alemán de vehículos de alta gama BMW, Oliver Zipse, advirtió este martes en Bruselas sobre las desigualdades existentes en materia de infraestructura energética entre países del norte y sur de Europa y pidió redirigir las ayudas públicas para vehículos eléctricos a la implantación de cargadores de alta potencia en todo el bloque.
"Soy contrario a los incentivos a la compra y apoyo firmemente los incentivos a la infraestructura", sostuvo Zipse en un encuentro con medios, en el que alertó de que, sin una red suficientemente densa y fiable, especialmente en zonas periféricas y del sur de Europa, la electrificación corre el riesgo de consolidar "desequilibrios territoriales".
El caso de España es uno de los que empleó para ejemplificar la diferencia entre los países del sur europeo con otros del norte como Dinamarca, Suecia o Finlandia, que han desarrollado más sus infraestructuras energéticas.
Hidrógeno y combustible renovables
El directivo también vinculó estos retos al debate energético europeo, y aseveró que centrar la movilidad únicamente en baterías incrementa la vulnerabilidad ante interrupciones en las cadenas globales, por lo que defendió mantener abiertas otras opciones como el hidrógeno y los combustibles renovables.
"Sería un gran error ignorarlos", recalcó en un evento donde el que el gigante automovilístico presentó tres de sus nuevos modelos: un eléctrico con autonomía de hasta 700 kilómetros y carga ultrarrápida, un deportivo con propulsión con pila de combustible de hidrógeno y una nueva berlina de alta gama.
Zipse anticipó que el hidrógeno cobrará importancia en la industria a medida que Europa busque reducir dependencias exteriores.
"Es la única otra opción de cero emisiones en el tubo de escape y reduce la dependencia global", sostuvo, al tiempo que anunció la entrada en producción del primer modelo de hidrógeno del grupo en 2028.
El director general de BMW también alertó sobre la dependencia global "casi total" de Asia en materia de semiconductores a la vez que señaló que sería "un gran error" pensar que Europa puede llegar a ser autosuficiente por completo en estos segmentos estratégicos.
En ese contexto, el ejecutivo aseveró que "nadie puede construir baterías por sí mismo (…) Más del 85% de la capacidad de refinado de materias primas está en China" .
El directivo alemán insistió en que el problema no es la disponibilidad de litio o cobalto -presentes en regiones como Australia, África o Sudamérica- sino la concentración asiática en la fase de transformación industrial.
El caso se inscribe en los recientes roces comerciales entre China y la Unión Europea (UE), en medio de los esfuerzos de Pekín por lograr autosuficiencia en semiconductores y de las restricciones occidentales a la transferencia de tecnología avanzada.
El conflicto pone de relieve las tensiones en torno al control de la cadena global de semiconductores y la seguridad tecnológica entre ambos bloques.