Los estudiantes que hacen su práctica en Audi desarrollaron, para alegría de los más fanáticos de la marca, un llamativo prototipo deportivo, denominado GT50, y que rinde homenaje a los 50 años del icónico motor de cinco cilindros en línea.
El deportivo conceptual fue creado en el centro de formación de la marca en Neckarsulm, el mismo donde han nacido otros concept cars llamativos como el RS6 GTO. En esta ocasión, los aprendices tomaron como base un Audi RS3 y lo transformaron en una máquina que parece salida directamente de un paddock estadounidense de finales de los años 80.
El diseño es uno de sus grandes protagonistas. El GT50 adopta una silueta agresiva de tres volúmenes, con una aerodinámica exagerada, enormes ruedas carenadas tipo turbofán y una parrilla frontal clásica que remite a las leyendas de IMSA y Trans-Am.
Cada panel del auto busca reflejar la estética radical de los autos de competición de esa época, dijeron los creadores del prototipo.
Bajo el capó se mantiene intacto el conocido motor 2.5 litros turbo de cinco cilindros, que en el RS3 desarrolla cerca de 394 hp. En este caso, la potencia no fue el foco principal del proyecto, ya que el objetivo era celebrar la historia y el carácter único de esta configuración mecánica, una de las más reconocibles de Audi.
El cinco cilindros en línea debutó en 1976 con el Audi 100 y, con el paso de las décadas, se convirtió en una seña de identidad para la marca, impulsando modelos míticos como los Quattro de rally, el 90 Quattro IMSA GTO y el 200 Quattro Trans-Am. Hoy, este bloque solo sobrevive en el RS3, lo que convierte al GT50 en un recordatorio simbólico de su relevancia.
Aunque Audi no ha confirmado planes de producción, el GT50 alimenta las expectativas sobre futuras versiones más radicales del RS3. Más que un simple ejercicio de diseño, este prototipo funciona como una declaración de principios: incluso en plena transición eléctrica, el legendario cinco cilindros aún tiene mucho que decir.