Chile vive una situación "preocupante".
Reuters
SANTIAGO.- La
peor actuación de los últimos 20 años en unos Juegos Olímpicos. Así de certero y duro es el análisis de la actuación de Chile en Río 2016.
La delegación nacional estuvo muy lejos de -al menos- pelear por una medalla en la reciente cita. Preocupante, más aún si se toma en cuenta que para este ciclo olímpico el IND realizó un histórico aporte a los clasificados de más de 1.000 millones de pesos, el más alto que se haya otorgado.
Los resultados están a la vista y son contundentes, sin embargo, y más allá de lo acontecido en Brasil, para los entendidos en la materia este triste diagnóstico tiene un trasfondo mucho más alarmante.
Tres nacionales con experiencia olímpica consultados por Emol destrozaron las políticas deportivas de Chile aludiendo a la necesidad de un cambio de rol del Estado, la mala utilización de los recursos y la poca profesionalización.
"Hoy no existe una política deportiva de Estado. Es aberrante depender de elecciones federativas cada dos años, rogar que nos toque alguien que tenga visión para que se haga cargo de ellas, eso tiene que depender del ministerio del Deporte", argumenta el ciclista Gonzalo Garrido.
El duro análisis del corredor, que estuvo en los JJ.OO. de Beijing 2008 y Londres 2012, va más allá: "Los dirigentes son elegidos a la suerte de la olla, eso es grave. El tema federativo hoy es una chacota. El deporte debe depender del Estado, que se profesionalice, que existan incentivos en relación al resultado deportivo, no a su gestión administrativa".
Gert Weil profundiza aún más en el tema. "Ni siquiera tenemos bien definido nuestro sistema local, tenemos un canal federado, pero no hay coordinación con el ente estatal o privado. Todo es engorroso. Esa coordinación debe venir desde lo más alto y eso no está pasando lo que hace esto aún más critico".
Y para el lanzador de la bala, sexto en los JJ.OO. de Seúl 1988, el conflicto es claro: "Se le está pasando al deportista la responsabilidad de resolver temas ajenos a su actividad, pero con poner plata arriba de la mesa no se resuelve el problema y menos hay resultados".
Sebastián Keitel también es drástico. Apunta que no hay escuelas que formen deportistas y que los recursos que existen están siendo pésimamente utilizados.
"Dinero hay, pero la plata se gasta en puras estupideces, está todo muy mal gastado. La torta está mal repartida y el problema está en el fondo, no sirve hacer polideportivos cada vez que llega un Presidente nuevo", afirma tajante el velocista que participó en Atenas 2004 y que aún tiene el récord chileno en los 100m y 200m.
Y para Keitel el problema es aún mayor: "Aquí no existen escuelas deportivas, tampoco existe el apoyo necesario para la etapa de formación y al final los jóvenes talentos se pierden cuando entran a la universidad. Estamos mirando el deporte sólo como algo masivo, no competitivo. Eso es preocupante".
¿Soluciones?
No todo es crítica por parte de estos tres deportistas que han participado en Juegos Olímpicos, también plantean alternativas que puedan servir para sacar adelante el deporte chileno.
"Cada región debe tener su centro de alto rendimiento, no puede ser que exista sólo uno en Santiago. Deben tener facilidades deportivas, alojamiento y la infraestructura necesaria. No podemos esperar que promesas como Ricardo Soto se vengan a Santiago, hay que descentralizar para fomentar el deporte en todo el país", indica Keitel.
Por su parte, Weil cree que "se deben priorizar los recursos hacia los deportes que tienen mayores posibilidades de lograr resultados y también mejorar sustantivamente la competencia interna de todas las disciplinas para fortalecer a los deportistas".
Finalmente, Garrido hace un particular análisis para mejorar y pone al fútbol como el gran ejemplo a seguir.
"El modelo del fútbol es maravilloso. No hay que criticarlo, hay que copiarlo. Aquí se contratan profesionales, hay competencias todas las semanas. Basta de decir que el lucro le hace mal al deporte, eso da resultados está comprobado, porque hay gente profesional trabajando", sostiene.