SANTIAGO.- A 18 días de que arranque el Rally Dakar 2018 en la ciudad de Lima, se abrió la posibilidad de que la prueba más dura del mundo vuelva a Chile para el año 2019 con el retorno de Sebastián Piñera a la presidencia.
Así lo explicó Kael Becerra, jefe programático del futuro período, en entrevista concedida a El Mercurio, por lo que ahora los pilotos criollos se ilusionan con el retorno de la competición a territorio nacional.
Un regreso que podría darse después de cuatro años, ya que la última vez que se corrió el Dakar en nuestro país fue en 2015, cuando Ignacio Casale se adjudicó el título en la categoría de cuadriciclos.
Pero, ¿Por qué Chile ha quedado al margen? Las razones son varias y principalmente han radicado en el poco interés del actual gobierno, diferencias en cifras y también desastres naturales que han afectado al país.
En 2016 se intentó hasta último momento, pero el director deportivo del evento, Marc Coma, aseguró que "no se cumplió con las condiciones".
"Para que el Dakar esté en un país necesita el apoyo al 100 % del Gobierno y lógicamente acompañado de un pago económico. Y estas dos situaciones no se han juntado en Chile", expresó aquella vez.
Para esa edición, también influyó el hecho de que el norte fuera azotado por un fuerte terremoto en 2015.
Claras diferencias de logística y montos y daño ambiental
Chile también tampoco albergó la cita en 2017 y tampoco lo hará en la versión entrante, debido a las divergencias organizativas entre ASO, empresa francesa que organiza el evento, y el gobierno.
5 US$ millones abonaron Paraguay, Bolivia y Argentina para albergar la prueba en 2017
Las altas exigencias de Chile, que consideraba el paso de la prueba en una sola ciudad, el nulo aporte de dinero estatal y también el hecho de que los camiones no ingresaran a territorio para disminuir el impacto ambiental, fueron los motivos del descarte realizado por la organización.
La propuesta solo facilitaba infraestructura policial, de Sernatur y del Ministerio del Deporte, dejando fuera cualquier ayuda al gobierno regional.
También el tema de las cifras influyó. Mientras Paraguay, Bolivia y Argentina se pusieron con cinco millones de dólares para albergar la cita en el presente año, Chile manifestó su intención de no pagar la cuota.
Así las cosas, habrá que ver si Piñera logra traer de vuelta la prueba motor más complicada de todo el planeta...
