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La promesa de sólo 16 años que ilusiona al básquetbol chileno y ya entrena en la Academia de la NBA

El valdiviano Benjamín Herrera se encuentra en Ciudad de México, lejos de sus padres. Practica con la pelota naranja todos los días, sueña en grande y cuenta su historia a Emol.

17 de Febrero de 2019 | 09:34 | Por Felipe Muñoz, Emol
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Benjamín Herrera.
SANTIAGO.- El sueño de cualquier basquetbolista es llegar a la NBA. Ahí están las grandes estrellas de este deporte. Es el techo, no hay desafío mejor. Benjamín Herrera no es la excepción y está bien encaminado. En 2018 lo interceptaron en un Sudamericano en Montevideo y le ofrecieron ser parte de la Academia de la NBA: Aprovechó su oportunidad y entrena para ser el primer chileno que juegue en esta importante liga.

El joven de 16 años y 1.88 de estatura, tiene un largo camino que contar antes de hablar de sus metas. El valdiviano se crió al ritmo de la pelota naranja y respira deporte. Respira básquetbol.

Cuesta ponerse de acuerdo para hablar con él. Del otro lado de la línea, demora en responder. Y es que su rutina es frenética: Entrena de lunes a viernes, con largas horas de prácticas y gimnasio. Pero con la madurez que lo distingue, se serena, se da un tiempo y conversa con Emol.

Herrera nació un 13 de enero de 2003, en Valdivia. Probablemente un día de lluvia. Y "cinco o seis" años más tarde, era uno más de lo que repletaba los gimnasios de la zona para disfrutar del buen básquetbol. "En Valdivia se juega mucho básquetbol y mi papá desde pequeño me llevaba a ver los partidos. Yo era de los típicos niños que entran a la cancha a lanzar en los medios tiempos y que se quedan lanzando cuándo terminan los partidos".

Partidos de la Libsur o la Dimayor, en esos tiempos. Sin embargo, y a pesar de que le entretenía botear la pelota naranja, el fútbol también rondaba por su cabeza (y por sus pies).

Desde los 7 hasta los 10 años practicó incesantemente básquetbol y fútbol por el Windsor School, su colegio. Y reconoce que "en un momento me gustaba más el fútbol que el básquetbol, sentía que lo hacía mejor. Pero como Valdivia es una ciudad de mucha lluvia, era mucho más cómodo entrenar dentro de un gimnasio, así que me dediqué más al básquetbol".

O sea, si se quiere, la ciudad moldeó sus convicciones. Valdivia lo formó. Pero aparte de su querida ciudad, el rol guía de Matías Herrera, su hermano, fue clave. Era su patrón a seguir.


"También siempre seguía como los pasos de mi hermano. Y cuando yo tenía 10 años, mi hermano entro al Club Deportivo Valdivia con 12. Entonces yo me entusiasmé a entrar al club también", cuenta.

Y eso fue el comienzo de todo. Allí, con sólo 11 años fue nominado por primera vez a una preselección chilena Sub 14. El base valdiviano ya llamaba la atención y deslumbraba con su energía. Y fue ese el llamado el que lo marcó, el que le confirmó que el basket era lo suyo: "Me entusiasmé mucho con eso, y creo que fue ahí cuando me enfoqué por completo al básquetbol".

Academia de la NBA


La Academia de la NBA es un proyecto formativo de jugadores de todas partes del mundo que tiene un año de vigencia. La prioridad es llevar basquetbolistas a la NCAA, liga universitaria de los Estados Unidos. Herrera es parte de la academia.

¿Cómo surge esto de la Academia?

"Jugando el Sudamericano en Montevideo el 2018, estaba el entrenador de la Academia viendo chicos para reclutar. Luego de un partido el entrenador de la Academia se acercó a Daniel Frola (entrenador de la Selección) para informar interés en que me probará en la Academia y también se comunicaron de inmediato con mis padres para coordinar una visita para conocer y ver si me gustaba".

Sus números en el Sudamericano fueron 11.2 unidades, 7.6 rebotes y 5.8 asistencias. En esto último, fue el líder del certamen.

Herrera conoció la Academia a mediados de diciembre. Pero en enero fue que le preguntaron si quería quedarse el año completo. No lo dudó: Hizo las maletas, se despidió de sus padres, hermanos y amigos del Club, y transformó a la Ciudad de México en su nueva Valdivia.


Lleva sólo un par de meses, pero está contento. Se le nota. "Hasta ahora estoy muy feliz aquí. Aprendiendo y entrenando mucho". El joven vive en la misma Academia, con chicos reclutados de todas partes de Sudamérica. El Centro Nacional de Alto Rendimiento es su casa. Y lo disfruta.

En lo técnico, entrena mucho. Se declara un chico "lleno de energía". Tiene convicciones y las comunica con sinceridad. Al otro lado de la línea se entusiasma por dar a conocer su objetivo.

"Si Dios quiere me gustaría poder vivir del básqutebol, conseguir una carrera universitaria jugando, y jugar profesional en Europa, o incluso si todo sale bien en la NBA. Me gustaría también poder terminar mi carrera universitaria para poder tener un oficio luego del básquet. La verdad no sé qué me tiene preparado el futuro, pero lo que vivo día a día hasta ahora lo disfruto mucho y espero seguir siendo feliz pase lo que pase en tiempo más".

Básquet en Chile


El básquetbol es un deporte que no genera grandes pasiones en Chile. Su popularidad no es alta y los resultados tampoco ilusionan. Pero el adolescente espera que esto cambie.

"Chile no es potencia en básquet, pero a nivel sudamericano ya es un equipo que se respeta"

Benjamín Herrera

Herrera es crítico. Desde Ciudad de México, responde con madurez. Algo inusitado en un joven de 16 años. El valdiviano acepta que el nivel del básquet nacional no es el mejor. Pero cree firmemente que se avanza y que en un próximo tiempo dará qué hablar.

Tú, como un referente chileno a tu corta edad, ¿Qué crees sobre el nivel del básquet chileno actual?

"Sinceramente el básquet en Chile poco a poco está creciendo, y de a poco se hace más competitivo. Quizás no se han visto resultados tan espectaculares como el de los chicos U17 campeones en Lima y de las chicas U15 que son bicampeonas, pero ya hay muchos jugadores chilenos en el extranjero cómo Felipe Haase, Ignacio Arroyo, Nicolás Carvacho, que de a poco van levantando el nivel de Chile, y abren puertas para chicos más jóvenes que quieren seguir sus pasos. Chile no es potencia en básquet, pero a nivel sudamericano ya es un equipo que se respeta".

Y es que también, el logro histórico de Las Ánimas en la liga de las Américas es algo que sorprendió. Por primera vez, un quinteto chileno accede a las semifinales de este tradicional torneo. Y a Herrera le llega de cerca. Claro, porque son de Valdivia.

"Muy contento, no solo porque son de mi ciudad. Están representando a Chile y lo están haciendo muy bien", expresa.
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