Jordan no la pasó bien en los Olímpicos de 1984 pese a obtener el oro.
NBA
En 1984 Estados Unidos venció a España y ganó su último oro Olímpico con un equipo "amateur", es decir, sin jugadores de la NBA. La gran estrella de ese equipo era Michael Jordan. El escolta venía de jugar tres años en North Carolina y acababa de ser escogido en la tercera posición del draft por los Bulls.
En la cita de los anillos disputada en Los Angeles Jordan promedió 17,1 puntos y ganó sus ocho partidos con el Team USA. Sin embargo, años después confesó que su relación con el entrenador Bobby Knight era pésima y que de haberlo conocido mejor quizá no hubiese ido al torneo.
Knight imponía una disciplina espartana y muchas veces exigía a sus jugadores más allá de los límites. No se deslumbraba con Jordan. Para él, el colectivo era más importante que cualquier individualidad.
En el partido contra la República Federal Alemana (78-67), el técnico hizo que "Air" se disculpara con sus compañeros por sus seis pérdidos de balón. Al encararlo, le dijo que "nunca había jugado tan mal". Sam Perkins, compañero de Jordan en North Carolina y parte de esa selección, contó que el joven basquetbolista de 21 años lloró de frustración después de esa discusión, aunque no es fácil que lo admita.
Antes de la final con España, la futura estrella de Chicago dejó una nota sin firmar en el camarín: "Entrenador, no te preocupes, hemos aguantado demasiada mierda como para perder ahora".
Knight lo supo de inmediato. "Todavía guardo el papel. Tenía claro quién era el autor. Ya conocía la letra de Michael por ese entonces. Miré la nota, todos me miraban, pero Michael tenía la cabeza hacia abajo, mirando el suelo. Pero no pudo evitar mirarme para ver cómo reaccionaba. Todo lo que hice fue decir 'Ok, vamos a jugar'".
Esa noche Jordan fulminó a España con 20 puntos, pero en el entretiempo tuvo un áspero diálogo con Knight por los bloqueos. Su historia no podía acabar de otra forma.
