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Lee y escucha los emotivos y sabrosos relatos minuto a minuto de los dos héroes de Colo Colo en la final de la Libertadores '91

A 29 años de esa hazaña, Luis Pérez y Leonel Herrera, quienes anotaron los goles en el 3-0 ante Olimpia, rememoran cómo vivieron el antes, durante y después de ese título.

05 de Junio de 2020 | 09:30 | Redactado por Matías Harz, Emol
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Emol
Hace exactos 29 años, Colo Colo llegaba a los más alto y conseguía algo que hasta el día de hoy no se ha vuelto a repetir en el fútbol chileno.

De la mano de Mirko Jozic, los albos derrotaron por 3-0 en la final de vuelta a Olimpia y se consagraron campeones de la Copa Libertadores de 1991 en el estadio Monumental.

Hoy, a casi tres décadas de ese histórico acontecimiento, Luis Pérez y Leonel Herrera, quienes se convirtieron en héroes al anotar los goles en esa definición, relataron en Emol cómo vivieron el antes, durante y después de esa final. Acá podrás leer y escuchar sus testimonios.

Luis Pérez: "Antes del partido, en el camarín, Carlos Caszely me dijo: 'Luchito, en el área corazón caliente y mente fría'. Fue espectacular"


"Habían varias bajas. Había quedado en el camino 'Pato' Yáñez, Raúl Ormeño se desgarró, Dabrowski tenía problemas musculares, la última baja fue Rubén Martínez, que venía haciendo una Copa espectacular y fue expulsado en el duelo de ida. Y ahí se fue abriendo la opción de que pudiera tener más posibilidades de poder jugar y coincidieron, para mí favorablemente, todas estas situaciones con la final. Fue una oportunidad tremenda".

¿Cuándo supo que iba a ser titular en ese partido? "Apenas expulsan a Rubén, Cuando se produce el término del partido de ida. Apenas termina, estamos celebrando el empate y las tremendas opciones que teníamos, Mirko se me acerca a un costado del camarín y me dice que me prepare, que esté tranquilo y que el partido de vuelta iba a jugar yo de titular.

"Lo curioso es que nosotros no viajábamos ni en bus al estadio. Cada uno se fue en su auto, imagínate lo que era irse en caravana, viendo toda esa efervescencia de la gente. Es una situación que es muy poco común en los equipos"

Luis Pérez
A pesar de la experiencia, fue tranquilizador, te resta ansiedad de no estar esperando hasta último momento si juegas o no. Eso fue un detalle súper importante de Mirko hacia mí, porque él no era de ratificar la titularidad a nadie. Era un técnico europeo, no era costumbre para nosotros".

¿Cómo fue el día previo al partido? "Creo que para todos la noche previa no fue tranquila, el sueño sin duda que se vio afectado. Uno le da vuelta en la cabeza, se junta en las habitaciones con los compañeros de mayor afinidad, veías la televisión y la expectativa de la gente y el periodismo... todo ese ambiente te llevaba a una ansiedad y un nervio que era normal".

¿Recuerda el camino al estadio? "La gente salió a las calles a apoyarnos mucho más que en los otros partidos. Fue impresionante darnos cuenta del fervor y todo lo que podíamos provocar con ese partido, nos ponía un poco nerviosos de poder cumplir las expectativas de la gente que le gusta tanto el fútbol y especialmente al colocolino. En el camino, eso nos puso un poco ansiosos.

Lo curioso es que nosotros no viajábamos ni en bus al estadio. Cada uno se fue en su auto, imagínate lo que era irse en caravana, viendo toda esa efervescencia de la gente. Es una situación que es muy poco común en los equipos. No solo estaba la presencia de la gente en las calles, sino que tú tenías que manejar. Previo a una final, eso es impensado hoy en día.

2Goles anotó "Lucho" en la final ante Olimpia
Desafortunadamente el auto de Daniel Morón, que como cábala siempre llevaba a Mirko, no partió por el frío. Mirko y otras personas ayudando a empujar el auto para que se pusiera en marcha. Insólito. Pero en su minuto no le dimos gran importancia, ni tampoco fue una excusa".

¿Qué recuerda del camarín antes del partido? "Me quedaron grabadas dos cosas muy importantes. Primero, al entrar al camarín había una cantidad impresionante de adornos, de cartas, fax, de todos los equipos de Chile, muchos jugadores, hinchas. El techo estaba cubierto de saludos, de mensajes de apoyo. No había visto en mi vida una situación como esa. Lo segundo fue una frase súper importante, que no se me olvidó jamás. Se me acerca Carlos Caszely y me dice: 'Luchito, en el área, corazón caliente y mente fría'. Fue espectacular. Son cosas que en su momento te sorprenden y te empujan a no defraudar".

¿Cómo fue el inicio del partido? "Los primeros minutos no fueron cómodos para nosotros. Afortunadamente no alcanzamos ni a conversar la situación en la cancha, cuando llegó el primer gol, que fue un golpe anímico tremendo. En lo personal me dio confianza, te descargas de una responsabilidad que uno asume también por la ausencia de todos los demás compañeros. Uno dice, chuta, estoy confirmando una buena decisión del técnico y que era un buen refuerzo.


El segundo gol fue una jugada muy linda, pero tampoco me estaba sobrando porque ya había hecho un gol. La circunstancia, de cómo se dio la jugada, me llevó a ejecutarla de esa forma.

Y luego vino la expulsión de uno de los jugadores más desequilibrantes del otro equipo, a nosotros nos hace crecer mucho más todavía. No sentíamos que teníamos ganada la Copa, pero sí nos reafirmaba que esto no se nos podía ir de las manos. Y lo conversamos en el entretiempo, que teníamos que manejar el partido a conveniencia nuestra. En el segundo tiempo frenamos un poquito la máquina.

Con el tercer gol ya nos sentimos prácticamente ganadores. Quedaban pocos minutos, era irremontable un 3-0. Antes de ese gol, nuestra mente estaba cerrada a jugar el partido, defender el resultado y ampliar el marcador para mayor tranquilidad.

¿Qué sintió tras el pitazo final? "Es un peso que te sacas de encima, emocionalmente hablando. Cumpliste las expectativas del club, de hinchas y personales. Lloramos, nos abrazamos. Después se te viene a la cabeza tu familia, muchos que perdimos gente importante, se te vienen a la cabeza.

"El resultado a la larga fue mezquino, porque tuvimos tres o cuatro ocasiones más. Pudo haber sido un marcador mucho más abultado"

Luis Pérez
Disfrutamos mucho la vuelta olímpica. Nunca me imaginé en mi vida estar celebrando un torneo tan importante y que yo fuera partícipe, que me pasearan los hinchas en andas. Ni en tus mejores sueños podrías imaginártelo. Lo tengo grabado a fuego en mi cabeza y corazón, es muy difícil que me olvide de los detalles.

Después viene el reconocimiento de la gente, que hasta la fecha te agradecen lo que ellos vivieron en ese momento, porque cada uno detrás tiene una historia. Todos cuentan historias emocionantes: Que estaban trabajando en provincia sin señal y tuvieron que ir arriba de un cerro con lluvia, o en un auto solos, o con su padre que ya no está. En fin, historias muy emocionantes.

Luego del partido cada uno se fue a su casa, saludamos a nuestra gente y después nos fuimos a un restorán a seguir la celebración, a pesar de que al otro día teníamos que entrenar y teníamos partido importante pronto con Católica. Pero no nos restamos la posibilidad de celebrar, porque era una situación única".

Leonel Herrera: "Después del título iba a un restorán y no me cobraban... Me hacían todo tipo de ofrecimientos, algunos indecorosos"


Considerando que tenía solo 19 años, ¿pensaba que le podía tocar jugar? "El grupo que jugaba habitualmente la Copa Libertadores, Mirko iba rotando o dando descanso para el torneo nacional, entonces ahí nosotros teníamos la posibilidad de sumar minutos. Eso hacía que todos nos mantuviéramos en ritmo competitivo, por lo tanto uno siempre estaba preparado para el minuto en el que te tocara jugar.

Pero imagínate la delantera. Estaba el 'Pato' Yáñez, Barticciotto, Rubén Martínez, Ricardo Dabrowski, Sergio Salgado. Entonces a los que veníamos de atrás, a los más jóvenes, se nos hacía muy difícil tener un espacio con esos jugadores. Pero siempre tienes que estar preparado.

"Cuando regresamos de Paraguay, de la primera final, Mirko habló conmigo y me dijo que iba a tener la posibilidad de jugar, sí o sí. Que no sabía en qué minuto, pero que estuviera preparado porque me iba a tocar

Leonel Herrera
¿Había mucho nerviosismo los días previos? "Por supuesto, había una expectativa muy grande. Y no solo de los colocolinos, todo el mundo de lo único que hablaba era de esta final. Y eso que no existían las redes sociales. Incluso nosotros concentrábamos varios días antes en el Hotel Sheraton y nos tenían restringido los llamados, incluso a las familias. Teníamos que tratar de estar lo más aislado posible de todo, porque tú prendías la televisión y hablaban de la final, prendías la radio y decían: 'Vamos a tocar la canción que le gusta a tal jugador', hacían reportajes, entrevistas, debate.

Todo giraba en torno a la final... "Todo, entonces era muy difícil. Por supuesto que había de parte nuestra mucha ansiedad".

"Cuando regresamos de Paraguay, de la primera final, Mirko habló conmigo y me dijo que iba a tener la posibilidad de jugar, sí o sí. Que no sabía en qué minuto, pero que estuviera preparado porque me iba a tocar. Después cuando da el equipo y va 'Lucho' Pérez desde el inicio, yo sabía que en algún momento iba a tener la posibilidad, pero se adelantó por la lesión del 'Coca'. Ese ingreso fue difícil, porque era una noche muy fría, entrar en calor tan rápido cuesta, no es fácil".

¿Cómo estaba el ambiente en el camarín antes del encuentro?
"Teníamos confianza a mil. Además de tener un grupo de jugadores extraordinarios, el grupo humano era increíble. Nunca me tocó tener un grupo de esa calidad. Hasta el día de hoy nos hablamos, el cariño está. En el año estuvimos casi ocho meses juntos y nunca tuvimos un roce, nunca hubo un problema grande".

19Años tenía Herrera en ese entonces
Ya en el partido, ¿cómo viviste ese momento antes de ingresar a la cancha? "Los primeros minutos fueron de bastante tensión, el nerviosismo propio de jugar una final. Luego de las dos genialidades de 'Lucho' Pérez cambia el partido y eran ellos los que tenían que ser más protagonistas. Estábamos en eso cuando viene la lesión del 'Coca' y los médicos dan la señal a la banca que no puede seguir. Ahí inmediato Mirko se da vuelta y me dice: '¡Leo, dale, vamos!'.

El nivel de ansiedad era terrible, los primeros minutos tenía un ahogo gigante, porque te tienes que adaptar a un partido que ya está en juego y uno entra un poco en otra. Los primeros minutos fueron complicados, pero menos mal que el ahogo pasó rápido.

Ya en el segundo tiempo, ¿en qué minuto sentiste que Colo Colo ya era campeón? "Yo creo que nadie se sentía campeón antes. De hecho, Daniel Morón siempre lo ha dicho: 'Leo, cuando tú hiciste el tercero, yo me sentí campeón'. Ese fue el minuto. Quedaban seis, siete minutos. Hace unos días hablaba con Mirko y también me comentaba lo mismo: 'Leo, tu gol fue el del relajo'.

¿Qué recuerdas del momento de tu gol? "Me pegué un pique como de 50 metros y ahí cuando le pego a la pelota y entra, se te pone la mente en blanco y sales gritando a celebrar. No piensas mucho. Es una sensación muy extraña.


Pero cuando llego a celebrar a la orilla, ahí sí se me vinieron todos los recuerdos. Aparece 'Barti' y me dice: 'Leo, esto es para tu viejo'. Ahí desperté, se me pasaron mil imágenes en la cabeza, me acordé que mi papá había estado tan cerca el año 73 de conseguir la Copa y no había podido. Olvídate, se me cayeron las lágrimas y me fui llorando desde la orilla hasta la mitad de la cancha. Fue un guión de película con final feliz.

"Ese día (post título) que llegamos a entrenar, íbamos a bajar a la práctica y llegan los dirigentes y nos dicen que todavía no bajemos y que esperemos unos minutos. Esperamos y al ratito aparece una delegación de jugadores de la U con los dirigentes, para felicitarnos. Fue un gesto muy bonito"

Leonel Herrera
¿Cómo viviste el post partido? "Fue muy impactante, porque mi papá no pudo estar en el estadio, porque en ese tiempo dirigía a Deportes Temuco y estaba en el sur y mi mamá tampoco fue. Después se acerca un periodista y me pone los fonos y hace un contacto directo con mi papá y en la otra línea estaba mi mamá. Ese recuerdo, esa sensación de ponernos a llorar todos, la emoción increíble. Fueron momentos muy fuertes.

Yo en ese tiempo vivía con mis papás y después del partido me fui a la casa, porque teníamos la celebración, entonces fui para cambiarme de ropa. Y la calle donde yo vivía estaba llena de gente que no conocía, de vecinos, personas que llegaban con regalos, tortas. Fue impresionante.

Después llegamos al restorán y ahí obviamente la locura, una celebración más íntima. Lamentablemente al otro día teníamos que entrenar, porque el sábado nos tocaba jugar contra la Católica y no quisieron suspender el partido.

Ahí hay un dato curioso, porque ese día que llegamos a entrenar, íbamos a bajar a la práctica y llegan los dirigentes y nos dicen que todavía no bajemos y que esperemos unos minutos. Esperamos y al ratito aparece una delegación de jugadores de la U con los dirigentes, para felicitarnos. Fue un gesto muy bonito, habla muy bien".

¿Cómo fueron los meses que vinieron? "Una locura. Me acuerdo que iba a un restorán y no me cobraban. Iba a una tienda de ropa y la cerraban y me decían que me llevara lo que quisiera. Donde ibas era muy difícil moverte, porque todos querían estar cerca. Muchas invitaciones".

¿Algo insólito que le hayan pedido? "De todo tipo de ofrecimientos, algunos indecorosos también, pero ahí tú tenías que mantener la calma", cuenta entre risas.
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