Se acabó la esperanza. El Gobierno de Pakistán dio por fallecidos al chileno Juan Pablo Mohr, el islandés John Snorri y el local Ali Sadpara.
Los tres montañistas desaparecieron el pasado sábado 06 de febrero en el K2, la segunda cumbre más alta del mundo.
Juan Pablo junto al español Sergi Mingote tenían la ilusión de conseguir
algo que nunca alguien había logrado, escalar la montaña en invierno y sin oxígeno suplementario. Fueron contactados por una agencia de Nepal para ser líderes de un equipo.
Lamentablemente Mingote sufrió una caída en el descenso después de completar la ronda de aclimatación y perdió la vida. Mohr, en honor a quien consideró un mentor, decidió seguir con el plan de subir.
Mingote no fue el primero en perecer intentando escalar la K2. Según la última información oficial,
para julio de 2018, 367 personas lograron ascender exitosamente, pero 86 personas fallecieron en el intento. Esto indica que aproximadamente uno de cada cuatro montañistas perece en este desafío.
Estos accidentes se produjeron en diversas situaciones y contextos, no hay un punto en común que sea fijo. Los que la conocen aseguran que el K2 es la montaña más difícil y peligrosa de entre las más altas. Pero, ¿cuál es esta montaña y por qué es un desafío tan duro escalarla?
La peligrosa segunda montaña más elevada del mundo
Pertenece al grupo de las 14 cimas que superan los famosos “ocho mil” metros respecto al nivel del mar, siendo el segundo más alto del mundo detrás del Everest. Alcanza los 8.611 metros de altura y se encuentra en la frontera de Pakistán con China, específicamente en la cordillera del Karakórum en el Himalaya.
El primer intento de escalada se realizó llevó a cabo en 1902, pero no se logró llegar a la cima. Recién el 31 de julio de 1954 los italianos Achille Compagnoni y Lino Lacedelli consiguieron la hazaña que hasta entonces era imposible.
Dos hechos fatídicos han marcado la historia de esta cumbre. El primero se remonta al periodo entre el 6 y el 10 de agosto de 1986 en donde cinco montañistas fallecieron al subir debido a una fuerte tormenta. A este hecho se le conoce como "La tragedia del K2" Además, semanas ya habían muerto otros ocho, teniendo la suma de trece bajas en solo un año.
El segundo dio lugar entre el 1 y 3 de agosto de 2008. A esta tragedia se le apodó "Desastre en el K2". En la expedición perecieron 11 personas de diferentes nacionalidades (Corea, Nepal, Pakistán, Francia, Irlanda, Serbia y Noruega) y otros tres resultaron seriamente lesionados. Ha sido el peor accidente en la historia del montañismo del K2.
En cuanto a su forma, es una montaña muy empinada, de forma triangular y de relieve muy irregular. Debido a sus pendientes y forma de pirámide es considerada la montaña más peligrosa del mundo para escalar junto con Annapurna y Nanga Parbat.
En la parte alta las condiciones climáticas son severas e impredecibles, las tormentas pueden durar días. El riesgo de sufrir accidentes es muy alto debido a la gran posibilidad de que ocurran avalanchas.
La densidad de oxígeno es un tercio de la habitual a nivel del mar. Por eso es importante el detalle de que
Juan Pablo Mohr decidió no llevar oxígeno artificial.
Además, el último tramo es muy empinado de hielo y roca, por lo que sí o sí debe llegar escalando, a diferencia del Everest en donde se puede ir a pie.
La ruta usada por el chileno y sus compañeros fue la estándar, el Espolón de los Abruzzos. La última información que se tuvo de ellos es después haber superado el "Cuello de Botella", el tramo más peligroso del camino. Tiene una altitud de ocho mil 200 metros y una pendiente de 50°-60°.
Además, al escalar deben superar cien metros expuestos a los "seracs", bloques grandes de hielo fragmentado por grietas en un glaciar cuya rotura se debe al movimiento del hielo por zonas donde la pendiente se quiebra. Aunque suene como una ruta muy peligrosa, se le considera la más rápida y fácil para llegar a la cumbre.
No es la primera ocho mil que preocupa a los chilenos
En mayo de 2019 el montañista chileno Rodrigo Vivanco decidió escalar el Monte Kanchenjunga, la tercera más alta del mundo detrás del Everest y el K2 con 8.586 metros.
Al igual que Mohr, Vivanco estaba acompañado de dos personas. Estos eran
Kuntal Karar, quien cayó enfermo antes de llegar a la cima, y Biplab Baidya, quien se derrumbó durante el descenso. Ambos fallecieron a más de 8 mil metros de elevación en la llamada "zona de la muerte".
A Vivanco se le buscó, pero nunca se le encontró. Diez días después de su desaparición su familia aceptó que él ya no volvería a través de una carta que decía "A poco más de una semana de la perdida de emisión de señal del Inreach (GPS) nos sentimos con las fuerzas para asumir que Rodrigo ya no bajará y que se ha quedado para siempre en su querido y anhelado Himalaya".
El GPS indicó que el chileno llegó a la cima, pero la señal no pudo registrar ningún descenso. Probablemente no se encontraba en situación para descender.
