El francés Gregoire Akcelrod, como muchos, anhelaba ser futbolista. Sin embargo, ese deseo se estrellaba con la realidad. Le faltaban condiciones. Incluso su papá le prohibió jugar a la pelota para que no siguiera perdiendo el tiempo.
Pero Akcelrod no se derrumbó. Se inventó una historia de fantasía, pero que muchos dieron por verosímil. Casi llegó a jugar la Champions League. En su libro "Pro a toda costa" narra su particular aventura.
Con 18 años, creó un sitio web falso para promocionarse. Se presentaba como un futbolista del equipo de reservas del Paris Saint Germain. Para que fuese creíble, copiaba los informes que hacía el diario L’Equipe sobre jóvenes figuras como Nicolás Anelka y los ponía con su nombre. También fue al estadio Parque de Los Príncipes para tomarse fotos con la camiseta del PSG:
Akcelrod jugaba en un equipo amateur, trabajaba en un Mc'Donalds y vivía en un modesto departamento parisino por ese entonces. Su acaudalada familia estaba muy molesta. No entendían esa obsesión por un sueño que parecía imposible.
Comenzó a mandar su currículum a clubes de Inglaterra pidiendo una oportunidad. Chelsea, Manchester City y Arsenal no mordieron el anzuelo. Pero sí lo hicieron Norwich, Bournemouth y Swindon Town en 2003.
"El primer día en Swindon estuve tan mal física y tácticamente que me perdí. En el partido de entrenamiento, el portero lanzó un balón largo, intenté cabecearlo pero me dio en la cara. Todos se rieron", recordó el galo en entrevista con el Daily Mail.
Con estos elencos ingleses solo pudo jugar uno que otro amistoso. Pero no desistió. Siguió buscando hasta que en 2007 llegó su gran oportunidad. El CSKA Sofia de Bulgaria, que iba a jugar la Champions, se tragó la historia y le ofreció un contrato de tres años.
"Hice dos días de pruebas y el entrenador le dijo a mi agente que quería ficharme. Me tomaron fotos con la camiseta oficial de CKSA, firmé el contrato, publicaron en el sitio web del CSKA que había firmado. Pero un hincha del CSKA se puso en contacto con un foro del PSG y preguntó: ‘Estamos a punto de fichar a Greg Akcelrod, ¿qué opinan de él?’. Nadie me conocía. Dijeron que era falso y lo supieron los periodistas", recordó.
Akcelrod siguió haciendo pruebas, sin éxito, en Grecia y Kuwait. Luego desembarcó en América y estuvo un año jugando para el Mississauga Eagles de la primera división canadiense.
Hoy, con 38 años, es representante. "Nunca robé ni un centavo a los clubes. Siempre pagué mi hotel y mis vuelos. Los clubes perdieron un poco de tiempo, pero a veces es así", se defiende.