Eduardo Vargas está encendido. El chileno anotó el único gol con que el Atlético Mineiro venció al Corinthians en el Brasileirao para sellar su clasificación a Copa Libertadores.
El delantero ya suma cuatro goles en sus últimos cuatro duelos, además de una asistencia.
Pero la temporada de Vargas ha sido de altibajos. Lo pasó muy mal hace solo algunos meses.
Todo comenzó cuando se fue torpemente expulsado en la eliminación del Mineiro ante el Palmeiras en la Libertadores.
Le llovieron críticas, perdió continuidad, lo "cortaron" y su futuro se veía lejos del equipo.
Incluso, el propio Vargas reconoció que tenía depresión. En agosto, en conversación con GloboEsporte, "Turboman" contó que "después de la expulsión, caí en depresión. Sentí que no quería nada. No quería salir a la calle, no quería ir al supermercado. Incluso mis hijos vinieron el fin de semana. Nos alojamos aquí con mis amigos, sus hijos. Salimos aquí al patio de recreo y podría haberlo llevado al centro comercial. En cualquier lugar para que ellos disfruten. Pero no me apetecía, porque sabía que quizás el Atlético, el hincha, me miraría de otra manera".
Además, también fue increpado por fanáticos que lo amenazaron y fustigaron. Su compañero Hulk tuvo que salir en su defensa.
Pero aquello cambió. Los números con que cerró la temporada lo demuestran. Hasta el DT Cuca -que no sigue- le dedicó grandes elogios y reconoció que Vargas lo convenció.
"En el fútbol todo cambia, ¿no? Él estaba hasta hace poco en la lista de despedidos, pero hoy ya no está. Todo cambia, todo cambia. Vargas se preparó bien y hoy es un guerrero en la cancha, que corre, pelea, lucha por el balón y abre espacios, hace diagonales y cabecea. Estamos muy contentos con él".
El chileno estaba considerado para el 2023, pero se confirmó que Cuca no va más y tendrá que esperar para ver quién es el nuevo DT. "Turboman" tiene dos años más de contrato.
