Rodrigo Miranda es una figura histórica del deporte chileno. Fue cinco veces medallista en Juegos Panamericanos en esquí náutico, además de múltiples logros en campeonatos mundiales de la disciplina.
Tras 30 años de carrera anunció su retiro de la competición en Los Morros, la misma laguna que lo vio crecer. Seguirá ligado al esquí náutico desde otro lugar, como Head Coach de la selección nacional, cargo que viene ejerciendo hace un año. Asegura que no fue una decisión de un día para el otro, sino que se fue masticando.
"Fue una transición larga. Asumir el cargo de head coach apuró bastante el proceso.
No era compatible competir contra mis alumnos y entrenarlos. No era éticamente correcto. Lo cerré con este torneo que era para dar las gracias a la gente que estuvo detrás mío en estos 30 años", afirmó en entrevista con Agenda Deportes Emol TV.
"El día del último salto estuvo mucho más emocionante de lo que esperaba. Me costó mucho contenerme. Estuve emocionado todo el día, llorando, llegaba un mensaje y lloraba. Pude agradecerle a la gente que estuvo conmigo en mi carrera. A mi papás, a mis hijos, a mis hermanos", expresó.
El destacado deportista se refirió a los mejores momentos que tuvo en su carrera, y el punto en que se sintió "el mejor del mundo".
"Mi peak fue súper tarde. Mi mejor resultado deportivo fue en 2011 cuando yo tenía 30 años. Fue la primera vez que gané una medalla a nivel mundial adulto en Rusia. Ese fue mi salto. Fue un momento muy importante. Para mi cabeza, no sé si para el lado técnico. No gané, quedé tercero, pero sentí: ‘le puedo ganar a los mejores del mundo", apuntó.
"De ahí se comenzaron a dar podios muy seguidos en diferentes fechas del circuito, logrando en 2016 ganar mi primera fecha del circuito. Ese fue el momento máximo de mi carrera. Yo sé que en general los medios hablan mucho más de los Juegos Panamericanos, de todo ese tipo de torneo y es súper entendible porque son los más conocidos, pero esa vez yo le gané a los mejores del mundo en esquí náutico. Ese día –por más que no era el Mundial, sino una fecha del circuito mundial- yo era el mejor del mundo. Para mí es lo más valioso que pude tener en el esquí náutico", expresó.
Su rol como Head Coach de la selección y padre
Miranda reflexionó sobre el papel que viene cumpliendo en el último tiempo en el Team Chile y los objetivos que se pleantean.
"Es un poco lo mismo que hacía antes, pero más a nivel de hacerme cargo del equipo chileno, del plan olímpico. De acompañarlos a todos los eventos que tengan, de ayudarlos con sus planificaciones. Hay muchos que tienen sus entrenadores, yo igual los apoyo. Uno de mis objetivos es hacer equipo. Que generemos un ambiente de equipo importante eso ayuda mucho al deporte individual. ¿Cómo se logra eso? Generando concentrados. Estamos todos viviendo en un mismo lugar. Teniendo charlas, conversando, haciendo análisis de videos al final del video", explicó.
También
se refirió a la generación joven de esquiadores que viene apareciendo, con la que alcanzó a competir y ahora ayuda como entrenador.
"Hay jóvenes que tienen mucho mejor nivel que yo tuve esa edad. Que lleguen o no lleguen es otra historia, depende mucho de cada uno. Eso es muy importante cuando uno se dedica a un deporte que no es profesional como el tenis o el fútbol, no vas a vivir de esto y vas a tener que hacer una actividad paralela. Te tiene que gustar demasiado, tienes que tenerle una pasión gigante para levantarte todos los días a dedicarte algo que te está quitando por otro lado", agregó.
En ese sentido, "Toti" habló de su relación con Martín Labra, el chileno que fue campeón mundial Sub 17 y Sub 21 y que fue puntaje nacional en la última PAES en Matemática. Miranda es su padrastro.
"Ha sido lindo. Un camino largo. Desde que tenía cuatro años empezó como recreación y a los seis estaba metido de buena forma. Ha sido un proceso lindo. Es difícil ser papá-padrasto y entrenador. Estamos 24/7 juntos. Hemos tenido terapias juntos para poder separar las instancias. Que le vaya bien en un campeonato no debería influir que en la casa estemos todos bien. Pero lamentablemente es así. Teníamos un día malo y nos íbamos peleados a la casa. Tratamos de separarlo", comentó.
Por último, se refirió a la proyección que le ve a su hijastro. "Yo a esa edad tenía todo para tirar para arriba y soñar. Subir un peldaño cada año. Él ya está allá. En figuras ya está ahí. Tiene mucho por mejorar en otros eventos, pero en figuras ya está arriba. Tiene un trabajo psicólogo peludo porque ya lo logró, entre comillas (…) Una cosa es ganar y otra es ser Djokovic. No es lo mismo. Yo creo que por ahí va. Seguir siendo ambicioso, seguir buscando nuevas motivaciones, nuevas cosas que lo lleven a levantarse", manifestó.
