Gustavo Quinteros se vio envuelto en una tremenda polémica en el fútbol brasileño.
El elenco dirigido por el DT argentino, Gremio, estaba disputando la semifinal de vuelta del Campeonato Gaúcho ante Juventude.
El cuadro tricolor, que no contó con Alexander Aravena,
perdía 2-0 y estaba quedando eliminado.
Sin embargo, anotó un polémico gol en los descuentos para llevar la definición a la tanda de lanzamientos penales. El tanto fue revisado por el VAR y convalidado por el juez del encuentro.
Momentos después del agónico tanto, se produjo un altercado entre jugadores de ambos equipos y el árbitro. En pleno incidente, Quinteros invadió el campo de juego y cuando se encontró con Enio, atacante de Juventude, le propinó un golpe en la cara que calentó aún más la trifulca.
El ex técnico de Universidad Católica y Colo Colo se retiró del lugar donde se produjo la gresca y fue expulsado por la agresión. Instantes después, se acercó al jugador y le ofreció disculpas, ante la confusión generalizada.
Su equipo, en tanto, se impuso luego en los penales y avanzó a la final del certamen. Tras el encuentro, el entrenador trasandino declaró ante la prensa y describió lo sucedido.
"Fui a hablar directamente con el árbitro. Me agarraron del brazo, traté de zafarme con él encima, me siguieron agarrando y volví a tirarlo, con más fuerza", empezó diciendo sobre el incidente.
Luego continuó. "No quise golpear a nadie. No me siento culpable de nada, mi intención nunca fue agredir a nadie", sostuvo.
El técnico seguramente será sancionado y se perderá el duelo decisivo por el torneo gaúcho, donde Gremio enfrentará al vencedor de la otra semifinal entre Internacional y Caxias.
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