Tras cinco derrotas consecutivas y un nivel muy opaco, Nicolás Jarry (57°) volvió a la senda de la victoria. Ganó en primera ronda del Masters de Madrid y lo mejor fue que jugó como hace tiempo no se le veía.
Ahora, eso sí, se le viene Grigor Dimitrov, el búlgaro 16 del mundo que lo ha vencido las últimas dos veces que se han enfrentado.
Antes de ese desafío, que será este sábado en horario a definir, el chileno habló con el podcast del torneo y
dejó varias reflexiones, profundas e íntimas.
"Vengo pasando por un año muy difícil así que estoy muy contento por cómo afronté esta semana. Estoy logrando estar más tranquilo, más enfocado en los entrenamientos, en sentirme más auténtico, pidiéndome menos cosas y tratando de disfrutar más. Hacía tiempo que no me sentía así", partió relatando "Nico".
El tenista nacional luego profundizó en lo que significa la religión para él.
"Llevo un año pasándolo muy mal, ha sido bien difícil. Llevo mucho tiempo tratando de meter meditación, escribiendo y tratando de ir por la parte más religiosa. Me crie católico y estoy tratando de incorporar ese lado de mi vida, porque si algo ha existido por miles de años, es por una razón. Tiene una base muy importante y muy verdadera y estoy tratando de juntar todo es con mis experiencias de casi 30 años de vida", reflexionó.
En ese sentido, Jarry también agregó que "será una suerte estar en medio del torneo de Roma durante la elección del nuevo papa. Soy muy religioso, pero siento que me ha faltado aplicar ese aspecto en mi vida".
Sobre el constante estrés de su vida profesional, el chileno reparó: "Llevo años intentando ver qué me funciona y qué no y cómo me siento después de cada cosa nueva que hago. Eso ha sido lo más difícil, porque me crie en hacer, hacer, hacer, seguir las indicaciones de los demás, pero nunca me dijeron 'analiza cómo te hace sentir cada cosa'".
Finalmente, fue consultado por su familia e hijos, que lo acompañan en el circuito.
"Juanito tiene tres años, le encanta el tenis, le encanta estar conmigo. Cuando ve los carteles en los torneos me pregunta '¿quién es él?' y cuando los ve en persona los saluda por su nombre. Santi tiene un año y medio y es un poquito más revoltoso, y ahora viene una niñita. Ojalá siga todo bien, ha sido un embarazo más difícil para Laura (su esposa), se ha sentido un poquito peor, tiene fecha para septiembre".
