Novak Djokovic festejó este jueves sus 38 años clasificándose a las semifinales del torneo ATP 250 de Ginebra. Le regalaron un pastel gigante para celebrar.
El serbio se cobró una revancha (6-4 y 6-4) ante el joven italiano Matteo Arnaldi, 39º del mundo y que le había eliminado a finales de abril en el Masters 1000 de Madrid.
Djokovic, ex número 1 mundial caído al sexto puesto del ranking ATP, tuvo un momento de tensión en el segundo set, cuando perdió su saque y se vio 3-1 abajo.
Rompió entonces su raqueta en un gesto de enfado, pero no tardó en reconducir el rumbo y reencontrarse con su juego más preciso.
Más tarde ofreció disculpas al público por su furiosa reacción. "Con este frío no ha sido fácil. Y quiero pedir perdón al público por romper la raqueta. No es un buen ejemplo, pero son momentos de mucha tensión", expresó.
Es la segunda victoria seguida para Djokovic en este torneo suizo. Hasta esta semana, el campeón olímpico no había ganado ningún partido sobre tierra batida en todo 2025.
En semifinales se enfrentará el viernes al británico Cameron Norrie (90º).
Si levanta el trofeo en la final, Djokovic se apuntará el título 100 de su carrera, lo que le permitirá unirse en el selecto club de campeones 'centenarios' a Jimmy Connors (109 títulos) y Roger Federer (101).