Ciento catorce años de historia a la basura. El Brescia, emblemático club italiano fundado en 1911, va a desaparecer del fútbol profesional.
El cuadro de la región de Lombardía acumuló 23 temporadas en la Serie A. La mejor fue la de 2000/01. Ese año, terminaron octavos con Roberto Baggio como emblema.
El "Divino" no fue el único crack que pasó por el club. También defendieron la camiseta albiazul figuras como Pep Guardiola, Luca Toni, Andrea Pirlo o Gheorghe Hagi por nombrar algunos.
Chile tiene un vínculo con el Brescia. Tres jugadores nacionales jugaron ahí. Mario Salgado, (2001-2002), Nicolás Córdova (2010- 2012) y también Nelson Bustamante, el llamado "Messi chileno".
El descalabro del Brescia no comenzó ahora. Viene desde hace algunos años. En la última campaña, terminó en la decimoquinta posición de la Serie B con 43 puntos, pero sufrió una sanción de cuatro unidades por incumplimiento de pagos y eso provocó su descenso a la Serie C.
El propietario del club, Massimo Cellino, pidió un crédito fiscal para saldar esa deuda, pero al parecer lo hizo fuera de plazo. Él aseguró que todo fue un "invento" para así evitar que la Sampdoria perdiera la categoría, prometió una batalla judicial y admitió que quiere deshacerse del Brescia.
"¿Venta del club? Precio bajo y pago aplazado en el tiempo. De una cosa estoy seguro. No volveré a Brescia. No volveré a poner un pie allí, ni siquiera para tomar un café. Soy un ex. El paso ahora, sin embargo, no lo doy yo, sino el que quiere comprar", comentó.
"Las objeciones contra nosotros se redactaron por la noche, cuando el campeonato ya había terminado. Y ahora también hay una sentencia del TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) de nuestra parte: la que devolvió tres puntos al Bellinzona, que había sido sancionado por no haber pagado sus cotizaciones a la seguridad social en octubre", añadió.
Cuando se supo lo del descenso por secretaría, el Brescia tenía que hacer frente a una deuda de tres millones de euros. Pero Cellino decidió no pagarla, lo que imposibilitó la inscripción de "Le Rondinelle" en la Serie C y borró a la institución del fútbol profesional italiano.
Nicola Binda, periodista deportivo, asegura que hay algo más que un lío económico. Según él, todo se debe a una "venganza" del presidente, quien está muy molesto por el trato que ha recibido de los hinchas, entre otras cosas.
"No hay quiebra. Fue decisión de su presidente, Massimo Cellino: ofendido por las protestas, triste por los resultados, destrozado por la sanción que lo llevó al descenso a la Serie C, decidió, en venganza, no inscribir al equipo, cometiendo una gran injusticia con la afición y la ciudad", le dijo a Sport.
"Desafortunadamente, es una película que ya se ha visto en muchos lugares importantes como Palermo, Bari, Catania, Parma, Livorno y otros. Sucede en el fútbol como en cualquier actividad empresarial: una empresa fracasa y desaparece", complementó.
El capitán del Brescia, Dimitri Bisoli, se expresó en Instagram y también apuntó a Cellino: "114 años de historia han sido pisoteados, pero Brescia no es él (Cellino). El Brescia somos nosotros y nunca morirá".
Los futbolistas y los empleados del club vieron rescindidos sus contratos. Cellino, que en su momento gestionó al Cagliari y al Leeds, se fue a refugiar a Londres.
¿Qué viene ahora? El periodista Binda explicó: "Ahora el alcalde intentará reunirse con los tres clubes de la Serie C de la provincia para encontrar una solución: unir fuerzas o pedirle a uno de ellos que se transforme en el Brescia. La Federación italiana garantiza la continuidad si hay forma, porque toda ciudad merece un equipo de fútbol. Con la presentación del alcalde, nacerá una nueva empresa que representará a la ciudad y tendrá la oportunidad de jugar en el estadio municipal".
Sin embargo, esa alternativa no es la que quieren los "tifosi". La hinchada quiere refundar la institución y partir de cero en el fútbol amateur.