El Mundial de Clubes está en marcha y en sus primeros días ya acapara miradas. Y claro, si el Bayern Munich arrasó en su debut. Un triunfo histórico: 10-0 sobre el Auckland City. Una verdadera paliza.
El club europeo impuso su jerarquía y humilló al humilde equipo de Nueva Zelanda. Ya antes del encuentro se marcaban diferencias, al menos desde lo económica.
La planilla del Auckland es la de menor valor de los 32 participantes. Su costo total es de 9.28 millones de euros, muy lejos de los 842.5 del Bayern, de acuerdo al sitio especializado Transfermarkt.
El abultado resultado elevó los cuestionamientos a un torneo que desde sus inicios ha estado en la mirada. Por ejemplo, la inclusión del Inter de Miami de Lionel Messi ya generaba ruido.
Por ello, la paliza que sufrió el cuadro de Nueva Zelanda aumentó las críticas sobre el nivel y los participantes. ¿Y cómo llegó el Auckland City al Mundial de Clubes?
Es el club más importante de su país y clasificó a la cita continental en su calidad de mejor posicionado en el ranking de la OFC (Confederación de Fútbol de Oceanía).
El primer lugar lo tiene gracias a que es el máximo ganador en la historia de la Champions de OFC con 13 títulos. Supera por lejos al Waitakere United que le sigue con 2 trofeos.
El tema es que el Auckland City es un modesto equipo. A tal punto que la mayoría de sus jugadores tienen otro trabajo. Los salarios en el fútbol son bajos y los futbolistas dividen su tiempo para realizar otras labores.
Según contó Albert Riera, ex entrenador del conjunto neozelandés, como máximo los jugadores ganan 600 dólares por mes.
Por ejemplo, el arquero Conor Tracey es empleado en una ferretería. Michael Den Heijer es entrenador personal, Nikko Boxall agente de seguros, Adam Mitchell agente inomobiliario y Regont Murati trabaja en control de pedidos.
Así siguen las distintas labores. Gerard Garriga es entrenador de infantiles, Mario Ilicich jefe de ventas de Coca Cola y Dylan Manickum asistente de ingeniero de obra, por mencionar algunos otros.
"Estoy muy orgulloso de los jugadores por el trabajo duro que hicieron y el esfuerzo que pusieron", señaló el segundo entrenador del club, Paul Posa, tras la paliza ante el Bayern.
"Para los jugadores que provienen del fútbol amateur, disputar un torneo de esta magnitud es un sueño hecho realidad. En el campo no hay secretos: no se puede ocultar el nivel competitivo. Sin embargo, me siento muy orgulloso; muchos de nuestros futbolistas realizaron un gran esfuerzo", declaró.
El próximo desafío del Auckland City será este viernes ante el Benfica. Luego cerrará la fase grupal frente a Boca Juniors. Durísimo panorama.