Oklahoma City Thunder conquistó este domingo su primer título de la NBA, tras vencer 103-91 a Indiana Pacers en un séptimo y definitivo partido de las Finales lleno de dramatismo.
Los Pacers dieron batalla pese a la devastadora pérdida de Tyrese Haliburton, lesionado a los siete minutos de iniciado el partido, pero el Thunder logró rematar la faena a su público.
La gran figura de la temporada regular, que fue el MVP de la campaña y también de la Finales, Shai Gilgeous-Alexander, anotó 29 puntos y lideró a su escuadra en este séptimo duelo, para liquidar la serie por 4-3.
Además, Jalen Williams aportó con 20 y Chet Holmgren sumó 18 por los campeones, que sumaron su primera corona con esta ciudad. Antes habían ganado el título cuando eran Seattle Supersonics.
Por los derrotados, el mejor anotador fue Bennedict Mathurin con 24 puntos, seguido por Pascal Siakam y T. J. McConnell con 16.
La grave lesión de Haliburton
En el inicio del partido, Tyrese Haliburton, el líder de Indiana Pacers, abandonó el partido definitivo por una gravísima lesión.
El base, que había tenido un brillante arranque de partido con tres triples casi seguidos, fue un golpe devastador para los Pacers, que no pudieron seguir el ritmo de su rival.
Haliburton, que arrastraba una lesión en el gemelo de la pierna derecha desde el quinto partido, se desplomó en la cancha del Paycom Center cuando avanzaba con la pelota y trataba de driblar a su marcador en pleno primer cuarto.
Quedó boca abajo con un dolor inmenso y no se pudo parar. Fue ayudado por sus compañeros, que lo rodearon inmediatamente para que su sufrimiento no fuera registrado por las cámaras.
Luego, Haliburton fue ayudado a levantarse y se desplazó hasta el vestuario sin poder apoyar la pierna derecha y con el rostro tapado con una toalla.
Se teme una rotura de tendón de Aquiles, una lesión que lo tendría largos meses fuera de las canchas.
La lesión de Haliburton y el festejo del Thunder