Wimbledon y en general los Grand Slams siempre tienen historias dignas de contar. En esta edición en Inglaterra, el protagonista es el joven británico de 21 años,
Oliver Tarvet.
Tarvet es apenas el 719 del ranking ATP y nunca había jugado siquiera un torneo challenger, ni mucho menos ATP.
Fue invitado por la organización a disputar la qualy de Wimbledon y pasó lo impensado: Sorteó con un gran tenis las tres fases ante difíciles rivales y hará su debut absoluto en un Grand Slam.
Pero...¿Quién es Tarvet?
Nació en el norte de Londres y pese a que cuando menor era bastante bueno,
optó por un camino poco convencional para jugadores de su país: Se fue a Estados Unidos a jugar tenis universitario.
Lo fichó la Universidad de San Diego en 2022 y comenzó a competir en la NCAA. Sus resultados fueron elocuentes. En su segundo año ya se metió entre los 10 mejores de la NCAA y en el tercero ganó el All American Championship tanto en individuales como en dobles, fue elegido como el mejor jugador de la Costa Oeste y recibió varios premios regionales.
En paralelo, jugaba futuros que le permitían meterse en el ranking ATP. Fue 624 del ranking en septiembre pasado gracias a cinco títulos futuros.
Su gran desempeño en la NCAA llamó la atención de Wimbledon, que le dio un wild card para que jugara la qualy.
En la clasificación, batió a jugadores mucho mejores rankeados que él: Le ganó al francés Terrence Atmane (126°) por 6-1 y 7-6 (2), al canadiense Alexis Galarneau (210°) por 6-3 y 6-2 y al belga Alexander Blockx (144°) por 6-3, 3-6, 6-2 y 6-1.
Con nula experiencia, apenas perdió un set y desde la próxima semana jugará el cuadro principal de Wimbledon, debutando ante el suizo Leandro Riedi (506° y ex 117°), quien también viene desde la clasificación. En segunda ronda asoma Carlos Alcaraz (2°).
Tras pasar la qualy, Tarvet se desahogó: "Hay muchas emociones, pero la principal es la felicidad. Desde que era pequeño, ha sido mi sueño jugar este torneo. Ganar el lunes era algo que no me esperaba, y luego ganar el miércoles y hoy (jueves) no ha dejado de sorprenderme. Cuando era pequeño, solíamos ir a Wimbledon todos los años con mis padres o con mi hermana. Jugué al tenis durante mi infancia y era bastante bueno de pequeño, así que en julio me hacía mucha ilusión ir a ver a los profesionales".
El británico sí atraviesa un problema económico. Por meterse al cuadro principal, Wimbledon le garantiza un premio de casi 77 mil euros. Sin embargo, por ser de la NCAA, sigue siendo considerado un amateur, por lo que solo puede recibir una compensación que equivalga a sus gastos reales.
Así mismo lo explicó el jugador: "Puedo reclamar hasta 10.000 dólares, así que puede que lleve a mi entrenador en un jet privado a casa. Es un poco incómodo porque tengo muchos gastos, pero al mismo tiempo, tengo muchas ganas de volver a la Universidad de San Diego para completar mi cuarto año. Lo que han hecho por mí es increíble y estoy muy agradecido. Quiero pasar allí mi cuarto año y dejar realmente mi huella en la historia de Estados Unidos".
Más allá de eso, la historia de Tarvet comienza a escribirse. En el cuadro de Wimbledon, espera seguir dando la sorpresa.
