Nuevo Superclásico del fútbol chileno y el triunfo fue para la U. Le ganó 2-1 a Colo Colo. Varios hechos marcaron la jornada en el Estadio Nacional. Acá los más destacados.
Pifias y ovaciones
Nunca faltan. Apenas salieron los porteros de Colo Colo y luego el primer equipo, los abucheos fueron estruendosos. También cuando dejaron la cancha. Al contrario, los aplausos y los gritos se multiplicaron para los azules. Lucas Assadi fue el más ovacionado al dar el equipo por los altoparlantes.
Descartado por una lesión en el tobillo, el delantero acompañó al plantel en todo momento. Salió a la cancha en el trabajo precompetitivo. Vestido de civil y junto a su hijo, apoyó a sus compañeros y regaló fotos a los hinchas que pudieron estar al borde de la cancha antes del arranque.
Impresionante bienvenida
Apoteósica recepción de los hinchas de la U. Fuegos de artificio, bombas de ruido, humo de colores, cuatro banderas gigantes. Ruidosa y destacada bienvenida como en los años 90'. Tremendo.
"Desaparición" de Saldivia
Los equipos estaban listos en la cancha. El árbitro iba por el pitazo inicial. Sin embargo, a Colo Colo le faltaba un jugador. Tenía solo 10 para el arranque. ¿La razón? Minutos después de salir a la cancha, Alan Saldivia pidió permiso para volver al camarín. Se demoró unos minutos y repentinamente volvió al campo. ¿Dónde fue? "Al parecer tuvo un inesperado llamado para ir al baño", contaron desde los albos.
Almirón desatado
El DT estaba con las revoluciones a mil. El partido apenas arrancaba y Saldivia fue el blanco de los retos. Le costó al defensa agarrar el puesto de lateral y el técnico argentino lo corrigió varias veces. A los 12' explotó cuando le pasaron por la espalda y, muy enojado, le hizo el gesto que "pensara más". "Cabeza, cabeza", le dijo, "Tranquilo", respondió el uruguayo.
No fue lo único del DT. Cuando le cometieron la falta del penal a Lucas Cepeda, Almirón se cruzó con Gustavo Álvarez. Al estratega de la U no le gustó la forma de reclamar al cuarto árbitro y se lo hizo saber. Su par le dedicó un par de palabras muy irritado. "Sí me dijo cosas, pero queda en la cancha", respondió el técnico azul con serenidad tras la victoria.
El gol de Colo Colo fue celebrado con todo en el sector preferencial de los albos. Mosa lideró los eufóricos festejos. El staff le siguió. La respuesta de los hinchas llegó de inmediato con fuertes insultos, los mismos que recibió Óscar Opazo cuando quiso salir al entretiempo. El lateral, descartado por lesión, respondió con aplausos al plantel cuando se retiraba y con una irónica risa.
Ya sobre el final, un hincha, totalmente descontrolado, llenó de insultos a los albos presentes y Daniel Morón, gerente deportivo, respondió con ironía mostrando la estrella sobre el escudo del Cacique. Fueron momentos de máxima tensión en el mismo lugar donde ya antes había discutido Mosa y Cristian Zavala.
La dedicatoria de Charles
En su primer gol, el "Príncipe" apuntó su festejo hacia el banco azul. En el segundo, tras los abrazos con todos los jugadores, Aránguiz se detuvo para regalarle uno a alguien especial: Marcelo Díaz. "El primer gol se lo dediqué a Marcelo, es el capitám del equipo aunque no esté en cancha. Él vive la pasión por la U de otra forma, él siente todo esto de otra forma. Hoy no le tocó estar pero siempre apoyó a sus compañeros", declaró.
Cepeda y los jugadores albos en otra
Tanta fue la rabia del extremo que finalizado el partido tuvo que se detenido por sus compañeros. Se fue con todo a reclamar a los jueces. Luego, cayó en las provocaciones de los hinchas y respondió con distintos gestos, uno bastante obsceno hacia la barra rival.
Esa imagen se repitió. Saldivia y Pavez se sumaron a las respuestas mostrando el escudo de la camiseta cuando se iban de la cancha. Incluso, el uruguayo lo besó hacia la tribuna norte en medio de los insultos que recibía.
El gesto de Johnny Herrerra
Charles Aránguiz fue la figura del partido. El estadio se lo hizo saber. El autor de los dos goles fue ovacionado mientras hablaba con la transmisión televisiva. Se le notó emocionado. Mientras declaraba, a un costado lo esperaba el ex meta azul. Una vez el volante terminó, Herrera se acercó, le dio un fuerte abrazo y lo felicitó en reiteradas ocasiones.
El camarín albo golpeado
Miradas al suelo, silentes, dolidos. Así se retiraron los jugadores de Colo Colo del Nacional. Sebastián Vegas, Emiliano Amor y Esteban Pavez declararon ante los medios. El resto de los protagonistas nada. Ni siquiera una mirada. Pasaron rápidamente rumbo al bus. No había ánimos de nada, claro está.