Bochorno. Barbarie. Locura. El partido entre la U e Independiente en Argentina, por la revancha de los octavos de la Copa Sudamericana, fue cancelado por la Conmebol en el arranque del segundo tiempo por gravísimos incidentes en el estadio Libertadores de América.
Más de tres mil hinchas azules viajaron hasta Buenos a presenciar el encuentro, ilusionados por el 1-0 de la semana pasada en Santiago y con el deseo de entrar a los cuartos de final del certamen continental.
El primer tiempo se jugó de manera normal, pese que se informaban problemas en las afueras del estadio.
La U arrancó sólida. Lucas Di Yorio tiró un centro por bajo desde la derecha y Lucas Assadi conectó de primera para abrir el marcador a los 11'. En primera instancia, el gol se anuló por posición de adelanto, sin embargo, el VAR trazó líneas y se revirtió la decisión.
El equipo estudiantil jugaba bien, con personalidad, sin encerrarse cerca de su arco. Pero a los 27' el local encontró el empate gracias a un zurdazo de Santiago Montiel.
Ese tanto hizo crecer a los de Avellaneda, la escuadra de Gustavo Álvarez se confundió y el seleccionado chileno Luciano Cabral estuvo cerca de hacer el segundo de Independiente.
Al volver del descanso el ambiente cambió dramático. Por altoparlante se pidió desalojar completamente la tribuna visitante.
Se supo que hinchas de la U estuvieron todo el primer tiempo lanzando proyectiles a los argentinos ubicados en la bandera inferior. Desde piedras hasta bolsas con excremento, según se dijo en TyC Sports.
Pese al anuncio, nadie se movió del lugar y el árbitro uruguayo Gustavo Tejera reanudó el juego. Solo hubo tres minutos de fútbol y se volvió a detener el encuentro.
Parte de la hinchada de la U prendió fuego a las butacas del estadio e incluso atacó con bombas de estruendo a la gente del "Rojo".
Los que estaban abajo de los chilenos se tuvieron que mover del lugar. Muchos, asustados, se metieron a la cancha.
El caos era absoluto. Los jugadores se fueron al camarín, el partido estuvo parado cerca de 30 minutos y reinaba la incertidumbre.
Por altoparlante se le volvió a decir a la gente de la U que se fuera. Varios tenían miedo de hacerlo por lo que se iban a encontrar afuera, pero comenzaron a salir del recinto paulatinamente.
Cuando ya quedaban muy pocos, barristas de Independiente lograron abrir una puerta a la fuerza e irrumpieron en el sector.
Lo que ocurrió después fue un ataque salvaje. A los hinchas de la U los golpearon con puñetazos y objetos contundentes, además los desnudaron. Un fanático de los azules, al verse acorralado, trepó la reja y cayó al vacío.
No se vieron policías ni guardias de seguridad en ese momento. Las imágenes que circulan en redes sociales son dantescas.
Finalmente, la Conmebol emitió un comunicado y se canceló el partido.
"Por la presente informamos que, en función a la falta de garantías de seguridad por parte del club local y de las autoridades locales de seguridad que garanticen la continuación del partido entre Independiente (ARG) x Universidad de Chile (CHI) por la Octavos de Final de la CONMEBOL Sudamericana 2025, dicho encuentro queda cancelado", apuntó el ente rector del fútbol sudamericano.
En las afueras del estadio, la policía detuvo a cerca de 100 simpatizantes de la U. Otros chilenos fueron a parar al hospital heridos de gravedad.
Los barristas de Independiente, en tanto, colgaron la ropa que robaron en el alambrado del estadio. Eran trofeos de guerra.
Una noche muy triste para el fútbol sudamericano.