El Mundial Sub 20 se acabó de la peor manera. Chile se fue humillado de "su" torneo. La goleada de 4-1 ante México fue el mazazo más duro de una historia que se anticipaba.
Un milagro clasificó a la "Roja" a los octavos de final. Solo el fair play le dio vida. Y el desenlace fue desastroso. Nicolás Córdova quedó expuesto.
El tema es que el técnico y también jefe de las selecciones acabó "solo". Nadie más que él dio la cara. Pablo Milad, el presidente del fútbol chileno, se "esfumó".
El mandamás estuvo presente en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso, pero evitó los medios.
Salió por un sector sin prensa y tomó rápidamente el vehículo polarizado que lo sacó del recinto de la Quinta región.
La cabeza del fútbol chileno no habló. Se esperaba su palabra como líder, pero prefirió el silencio. Incluso, cuando Córdova expuso públicamente una crítica para la ANFP.
"Yo pedí un montón de cosas que no se hicieron o no se pudieron hacer, pero no pasa solo por eso, hay muchas cosas que corregir, y eso lo sabemos todos", lanzó el DT.
No hubo respuesta de ningún directivo. Es más. Una versión aseguró que Milad se fue rápidamente pues tenía una cena con el presidente de la federación colombiana, de acuerdo a ADN.
Tampoco habló el gerente de selecciones, el mismo que tanto ha respaldado el trabajo de Córdova. Felipe Correa guardó silencio. Nadie más dio la cara, solo Córdova, a esta altura más que cuestionado.
Habrá que esperar análisis. Reuniones, de esas que acostumbra a citar Milad para "hablar más en frío", como tantas veces lo dijo en la era de Ricardo Gareca.
Lo cierto es que ahora, tras un nuevo mazazo, la ANFP y su máximo líder optaron por el silencio. Una jugada que se repite en el último tiempo.