Se acabó la carrera de Humberto Suazo. Jugó por última vez en el profesionalismo. Fue con la camiseta de San Luis ante Copiapó en la Primera B. Un empate sin goles, que de paso fue clave en la definición del título.
El ahora ya ex atacante fue suplente. Esperó su oportunidad en el banco. Se sabía que iba a ingresar. Era "su" día en Quillota.
La despedida de "Chupete"
comenzó a los 65 minutos. Sin embargo, antes, cuando aún esperaba por su ingreso, los hinchas ya palpitaban su adiós.
A los 26' le dedicaron tremenda ovación en el estadio Lucio Fariña de Quillota. Jugadores quillotanos y rivales se pararon para aplaudir. El eterno goleador se vio muy emocionado.
Ya en el segundo tiempo vino su entrada. Y a sus 44 años, el ahora ya ex delantero regaló lujos al por montón. No pudo anotar en su adiós al profesionalismo, pero vaya que destacó en el último tramo del duelo.
"Chupete" demostró que quizás aún le quedaba bencina, pero que para él ya era tiempo de parar. Ahora sí la despedida es definitiva. Se acababa una carrera brillante.
Pitazo final. Despedida de los árbitros, compañeros y rivales. Todos le querían dar un abrazo. Fotos con familia y directivos. Recorrido por la cancha y un cartel desplegado en la tribuna con el mensaje: "El último baile".
Emocionado y pidiendo agua. Un homenaje con todos de pie. Hinchas, amigos y contrincantes. Todos para despedirlo.
TNT Sports le tenía un emotivo video con goles, mensajes de la familia y compañeros de vida. Aguantó las lágrimas.
"Haber hecho feliz a mucha gente emociona. No quiero llorar, pero estoy muy emocionado. Hice una carrera aceptable y me voy muy contento". En ese momento se quebró.
"Siempre soñé que mi viejo me hubiese visto jugar, es el gran dolor que tengo. Me acompañó a todos lados cuando era chico, pero no me pudo ver como profesional y por eso luché", dijo.
Luego vino el homenaje final. "Suazo, Suazo, Suazo", le gritaban. Entró su familia y por la pantalla mostrado a Pedro, su fallecido padre. Otra vez se quebró.
No hay más. Se acabó "Chupete". Se acabó una leyenda. Se acabó una historia.
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