Francisco Cayulef es una de las grandes figuras del deporte paralímpico en Chile. El tenista sobre ruedas es medallista parapanamericano y ha ido a Juegos Paralímpicos. El año pasado, además, se consagró campeón del mundo por equipos junto a Diego Pérez en Turquía.
Este jueves estuvo en Agenda Deportes Emol TV y habló de su historia. Contó que nació sin piernas debido a una malformación congénita.
"Yo no sé qué es mejor. Si nacer con discapacidad o adquirirla. De cualquier manera se sufre y se malinterpreta el tema de la discapacidad. Yo cuando lo pasé mal fue en la etapa que me di cuenta que nunca me iban a crecer las piernas. Yo soy una persona bien creyente. Cuando era niño, yo decía: 'Si me como toda la comida, si me porto bien en la casa, voy a despertar y al otro día voy a tener piernas'. Cuando me pego el porrazo, a pesar de todas mis creencias, me doy cuenta de que no, que eso era solo un sueño, una bonita fantasía", relató.
"Fue en la etapa en que los niños comienzas a ser más crueles, comienzan con la tallita que uno no la disfruta o cuando salía a la calle y te quedan mirando como ser extraño o bicho raro. Te dicen el pobrecito, el inválido, esas palabras que no me gustan mucho, no van acorde con mi pensamiento. La pasé bastante mal. Quería cambiarme de colegio, quería quedarme encerrado en mi pieza, me preguntaba muchas veces '¿por qué yo? ¿qué hice yo, qué hicieron mis papás para nacer así?'. Fueron un par de años bien complicados de aceptarse", añadió.
El tenista dijo que aceptarse a sí mismo es algo que se dice simple, pero es muy complejo.
En ese sentido, recordó un episodio que vivió y que lo marcó. Le agradeció a su madre.
"Fue un período de aceptación que duró mucho tiempo, tuve una conversación muy importante con mi mamá. Yo doy charlas y siempre cuento esta parte porque me marcó. Hubo un día en que en el colegio lo pasé muy mal. Mis compañeros salieron a jugar un juego, si pasabas la pelota por hoyito se pegaban patadas y empezaban con el tema medio brusco que hacemos los hombres a veces. A mí me dijeron 'tú no puedes salir al recreo, tienes que quedarte acá (en la sala) porque no tienes piernas y no puedes jugar'. Me vino una corriente interna que me dolió", comentó.
Tomó su silla de ruedas y se fue a la dirección. Allá se puso a llorar, habló con la directora, aunque no le contó lo que recién había vivido. Pidió que llamaran a su mamá para que lo fuera a retirar.
"Nos fuimos a almorzar y me largué a llorar. Le dije 'mamá, me pasa esto, esto otro, cámbiame de colegio por favor, no soporto más esto'. Ella me dijo '¿sabes? yo no te voy a cambiar de colegio, esta es una prueba que Diosito te está poniendo, si yo te cambio vas a evadir el problema, tú tienes que enfrentarlo, saber cómo lo vas a enfrentar y te aseguro que te vas a ir por un tubo para arriba'. Por algo las mamás son los angelitos en la tierra. Esas palabras calaron en mi corazón. Empecé a cambiar mi manera de ser, mi manera de enfrentarme a la vida", declaró el hombre de 39 años, hoy estudiante de IACC.
Pasó a tomarse todo con más humor, incluso él se hacía bromas a sí mismo. Su lema es que hay que saber leer los mensajes que van dando los problemas que se presentan en el día a día.
Empezó un proceso de rehabilitación y así conoció el tenis. Eso fue el año 2003.
"Yo estaba en pleno proceso de rehabilitación en la Teletón. En esa época el foco era que todos éramos iguales. Yo estaba con unas prótesis ortopédicas de palo, cien por ciento de palo. Y ahí descubrí que existía el deporte adaptado. Pasé por natación, handball, tenis de mesa, hasta que fui a probar tenis y fue un amor a primera vista. Me cautivó lo difícil que es, mover rápido la silla, coordinar para pegarle a la pelota, pasar la pelota para el otro lado y estar en constante movimiento, en la lucha interna contigo y con un rival. Esas cualidades la reúnen muy pocos deportes", aseveró.
Pero su historia en el tenis no ha sido continua. Hubo momentos en que se alejó de la actividad.
"Tuve una etapa full hasta el 2008 que ese año fui a Beijing, el deporte paralímpico no era ni la sombra de lo que es hoy. Entonces, no logré engancharme. Mis sueños de ser un deportista profesional no se lograron llevar a cabo. Me alejé un poco. Volví para el Sudamericano, 2013 hasta el 2017 más o menos. Ahí estuve alejado totalmente del tenis hasta el 2022", expresó.
¿Por qué se alejó? "Yo siempre competí en la categoría open y para mí discapacidad siempre estaba muy dificultoso enfrentar a mis compañeros. En la categoría open la mayoría camina, la mayoría tiene las dos piernas, las dos manos buenas. Yo dije 'por más que me mate entrenando no voy a llegar'. Comprendí que no iba a llegar muy lejos, aunque llegué a ser top 50 entre 500, tenía condiciones, pero para la yo quería, que era ser top 10, jugar Grand Slams y ganar una medalla parapanamericana, iba a ser muy difícil. Estaba pensando en familia, ya tenía mi primer hijo y tenía que parar la olla. Empecé a ver otras cosas. Dije 'chao tenis', con el dolor de mi alma", respondió.
Levantó una empresa. Se dedicó a importar artículos para personas en situación de discapacidad. "Traigo sillas de rueda deportivas, sillas activas, estoy trayendo ahora bochas, balones de fútbol 5. Estoy en ese rubro acorde a la experiencia que me ha dado el deporte paralímpico", apuntó.
Y el tenis volvió. Logró cambiar a la categoría quad, que es para personas con discapacidad en las cuatro extremidades y ha tenido un éxito rotundo.
Férrea defensa a la Teletón
El próximo viernes iniciará una nueva Teletón. Cayulef conoce muy bien la institución desde que era un niño.
"Teletón es para mí más que rehabilitación física, fue una rehabilitación social. Yo llegaba a la Teletón y me sentía como si estuviera viviendo en Marte, muchas personas en la misma condición. El amor que se vive por la rehabilitación y la pasión que se vive por la rehabilitación es lo que marca la Teletón. Yo tengo la oportunidad de viajar mucho y no hay esa Teletón de valores que existe aquí en Chile", afirmó.
En cuanto a las críticas que a veces recibe la Teletón, el tenista opinó: "Yo los invito que vayan. Si uno no lo vive, es muy difícil. Mi historia de vida es un hecho de que sí sirve la Teletón. Pero les hago la invitación a que vayan y conozcan los institutos y vean el trabajo. No es solo trabajo físico. Muchas veces dicen 'un terapeuta lo puedo conseguir en el consultorio y listo, para qué inventan un show'. Es algo más allá de la rehabilitación física. Es una rehabilitación familiar, rehabilitación social para una integración social. Te rehabilitan el corazoncito".
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