Hoy se cumplen 12 años de una tragedia que marcó el deporte mundial. En 2013, Michael Schumacher sufrió un accidente que le cambió la vida.
El alemán tuvo una caída mientras practicaba esquí en una montaña en Francia y su estado de salud es una incógnita. Su familia se ha manejado con un completo hermetismo desde que la noticia salió a la luz. No se han filtrado imágenes de él ni se le ha visto.
Lo que se sabe de él es que vive junto a su esposa Corinna en Lausana, Suiza, y que tendría un staff médico de casi 20 personas a su disposición.
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Actualmente, un máximo de 20 personas pueden acercarse a Michael, y en mi opinión es la estrategia correcta, porque la familia está actuando en el mejor interés de Michael. Siempre han protegido estrictamente su privacidad, y eso no ha cambiado", contó Felix Gorner, periodista de RTL.
Este año, las noticias sobre Schumacher y su entorno han sido escasas, pero hace casi un mes que hubo una potente sentencia. Richard Hopkins, ex jefe de operaciones de Red Bull y directivo de McLaren, y quien fuera también amigo del piloto alemán, habló.
"No creo que volvamos a ver a Michael. Me siento un poco incómodo hablando de su estado porque, por las razones correctas, la familia quiere mantenerlo en secreto", dijo a Sportbible en noviembre pasado.
Hopkins contó que hace tiempo no ve al multicampeón de la F-1 y que lo último que sabe es lo que ha conocido por la prensa. De hecho, reveló quienes son las tres personas que lo pueden visitar, más allá de la familia.
"No estoy en ese círculo íntimo. No soy Jean Todt, no soy Ross Brawn, no soy Gerhard Berger, quienes visitan a Michael. Estoy muy lejos de eso", dijo. Ellos tampoco le han transmitido informaciones.
¿Quiénes son los nombres mencionados? Jean Todt, ex director de Ferrari; Ross Brawn, ex director de Mercedes; y Gerhard Berger, ex piloto de Ferrari y McLaren, entre otros.
"No puedo decir que sea el mejor amigo de Jean Todt, ni de Ross, ni de Gerhard. Creo que incluso si fueras el mejor amigo de Ross Brawn y le preguntaras cómo está Michael, e incluso si le invitaras a mucho buen vino tinto, no creo que se sincerara y lo contara", expuso.
Y fue muy claro: "Creo que existe ese respeto entre cualquiera que va a visitar a Michael de no compartir nada. Así es como la familia quiere que sea. Creo que es justo y respetuoso hacia la familia. Incluso si lo supiera, la familia se sentiría decepcionada si lo compartiera de todos modos"
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De lo poco que se supo, también llamó la atención la subasta sobre un traje que Schumacher usó para pilotar en el GP de Hungría en el año 2000. Se vendió en poco más de 95.650 euros.
Pero hubo más. Un traje Benetton de 1995 y una réplica de un casco Ferrari de 2003 fueron subastados en 61.360 eruos y 11.520 euros respectivamente.
También, el tricampeón de la F-1, el escocés Sir Jackie Stewart subastó un casco en Bahréin 2025. Stewart afirmó que Schumacher era una de las firmas escritas. "Es maravilloso que Michael haya podido firmar el casco por esta buena causa, una enfermedad para la que no hay cura", dijo, especificando que lo que se recaudara era para una fundación que lucha contra la demencia.
Al Daily Mail, el escocés explicó que "su mujer le ayudó, y así se completa la colección de todos los campeones que siguen con nosotros".