La galerista Isabel Croxatto, en 2015.
Luciano Riquelme, El Mercurio.
SANTIAGO.- "Mi abuelo está vivo y lúcido, y devastado con esta situación". Con esas palabras
Cristóbal "Tololo" Ugarte denunció el robo del que había sido víctima su abuelo, Nicanor Parra. Varios objetos personales como borradores, cuadernos y fotografías le fueron sustraídas al antipoeta desde sus casas en Las Cruces y La Reina, presuntamente, para ser comercializadas en galerías de arte y a coleccionistas.
Una de las aludidas por receptación de las obras robadas es la galerista
Isabel Croxatto, quien el día de hoy publicó una declaración en la sección "Cartas" de El Mercurio.
"Me veo en la obligación de señalar que en agosto de 2015 me fueron entregados tres cuadernos de supuesta autoría de Nicanor Parra, para su comercialización, por Constanza Franz, quien era o había sido pareja de Juan de Dios Parra ('Barraco')", dice la misiva de la fundadora y directora de Isabel Croxatto Galería.
"Tal como se acostumbra en este rubro, señalé que no ofrecería las obras mientras no se me entregaran los respectivos certificados de autenticidad y de propiedad", enfatiza. "Estando en la espera de esos certificados, los tres cuadernos quedaron guardados, nunca los mostré ni ofrecí a nadie", agrega.
La galerista explica que no maneja información sobre el paradero actual de los artículos, ya que, "en noviembre de 2016, Constanza Franz me solicitó la devolución de los tres cuadernos, lo cual hice a su entera conformidad en ese mismo mes".
Croxatto dice que todos los antecedentes ya los ha entregado a la familia Parra, quienes se pusieron en contacto teléfonico con ella.
El abogado
Luis Valentín Ferrada, quien trabaja en recuperar el material, creó un sistema para que las personas que tengan en su poder alguno de los objetos extraviados, puedan entregarlos, con la garantía de que no tendrán problemas judiciales.
La Sociedad de Bibliófilos, la rectoría de la
Universidad Católica y la rectoría de la
Universidad Diego Portales aceptaron recibir los documentos y guardar el anonimato de quienes los entreguen para devolverlos a su dueño.
Según consigna El Mercurio, hasta el momento se han recuperado tres cuadernos, una bandeja y el manuscrito del primer discurso de sobremesa, "Mai Mai Peño", que Parra leyó en Guadalajara al recibir el Premio Juan Rulfo, en 1991.
