El escritor Jose M. Campos y el libro que inspiró su relato.
Emol
SANTIAGO.- "Perdí la visión del ojo derecho con treinta años. Me hicieron mil pruebas y nunca supieron decirme por qué. Tras la enésima resonancia magnética, una neuróloga se sentó conmigo, se encogió de hombros y dijo: 'Lo siento, a veces estas cosas pasan'". El escritor español José M. Campos escogió Twitter como medio para contar su conmovedor testimonio. A través de 27 mensajes, explica cómo se sumió en una frenética búsqueda para descubrir la causa de su ceguera, proceso en el cuál, asegura que hubo un libro fundamental que lo ayudó a aceptar su condición: "El diario de un hombre decepcionado" (1919).
El libro en cuestión es firmado por
W. N. P. Barbellion y fue escrito a comienzos del siglo XX. "Su diario comienza como un cuaderno de campo, puesto que de niño soñaba con ser naturalista. Como Darwin. Lamentablemente, sus sueños se truncaron porque, desde la adolescencia, comenzó a padecer extraños dolores y pérdidas de movilidad en las manos.
Nadie supo explicarle por qué, ya que en aquella época su enfermedad aún no tenía nombre. Padecía esclerosis múltiple", narra Campos en su relato.
Bruce Frederick Cummings (1889-1919), el verdadero nombre del autor de "Diario de un hombre decepcionado", fue un cronista inglés quien iba a alistarse en el ejército cuando un informe médico concluyó que le quedaban menos de cinco años de vida.
Haciendo click en el mensaje, puedes revisar la historia completa que compartió Campos en su cuenta de Twitter. Está compuesta de 27 mensajes.
Una vez que Cummings se entera de su innevitable muerte, sus notas se vuelven intensas y personales; él mismo describió sus escritos como "un estudio al desnudo". "Lo interesante de su diario, que ocupa toda una vida, es cómo las inocentes anotaciones de un niño se convierten, con el paso de los años y la enfermedad, en una auténtica filosofía sobre la existencia. Sin pretenderlo, se convirtió poco a poco en el mejor observador de sí mismo", señala Campos.
"El diario de un hombre decepcionado" se publicó meses antes que su autor muriera y para firmarlo, Cummings escogió un seudónimo compuesto por las iniciales de los nombres "Wilhelm", "Nero" y "Pilato", tres de los hombres que según él, eran de los más desdichados que habían vivido. Su identidad se hizo pública una vez que falleció, cuando su hermano reveló a la prensa quién había sido realmente "Barbellion".
Fotografía del autor de "El diario de un hombre decepcionado". Crédito: Twitter.
"¿Sabéis cuál fue su última anotación antes de morir con treinta y cuatro años a causa de una enfermedad completamente demoledora y desconocida en su época?: 'No entiendo nada'", plantea Campos. "Pero tiene otra anotación, también al final, que jamás olvidaré. Dice así: 'He pensado que, cuando muera, al menos mis átomos vivirán para siempre en una estrella o quizás en la cola de un salmón. Y por algún motivo, eso me hace sentir inmensamente feliz'.
Inspirado en "El diario de un hombre decepcionado" y en la historia de vida de su creador, el escritor español concluye: "Respecto a mí, pues bueno; un día, no recuerdo cuándo, dejé de llorar. Y poco a poco, comprendí lo más importante de todo: que a veces, simplemente, no hay nada que comprender. Suena fácil. Pero a mí me costó dos años mirar cara a cara a este abismo e invitarle a café". Hasta el momento su hilo en Twitter ha sido compartido por más de 30 mil personas.