EMOLTV

Crítica de cine | "Los Roses": Una comedia con espinas

La nueva comedia protagonizada por Benedict Cumberbatch y Olivia Colman llega a los cines con un humor ingenioso, aunque su duración le juega en contra.

31 de Agosto de 2025 | 07:15 | Por Agustín Pérez Achurra
imagen

En "Los Roses", Theo (Benedict Cumberbatch) e Ivy (Olivia Colman) llevan una vida casi perfecta, que de pronto da un vuelco inesperado.

AP
El amor no siempre se refleja de la misma manera. Aunque el cine suele idealizar cómo debería ser la vida en pareja, cada cierto tiempo aparecen películas que deciden mostrar lo contrario. "Los Roses" es uno de esos casos: una mirada al matrimonio que resulta tan aguda como incómoda. Se presenta como una comedia romántica, pero se encarga de arrojar lo "romántico" por la ventana para dejar en primer plano el humor que nace del conflicto matrimonial.

La cinta dirigida por Jay Roach detalla la vida casi perfecta que llevan Theo (Benedict Cumberbatch) e Ivy (Olivia Colman): carreras exitosas, un matrimonio amoroso, excelentes hijos. Sin embargo, todo da un vuelco inesperado cuando los roles cambian y Theo debe encargarse de la crianza, mientras ella construye una nueva carrera como la chef más solicitada del estado. Las grietas en el matrimonio comienzan a aparecer y la fricción entre estos personajes lleva a muchas peleas, como risas.

"Los Roses" es amor a punta de groserías. Sí, es divertido y causa gracia -especialmente cuando uno lo ve desde fuera-, pero también puede llegar a ser monótono cuando las personas no tenemos más cosas que decir. Esta es una comedia muy inteligente y a la vez muy básica, que se eleva por sus dos increíbles protagonistas y en esta reseña repasamos lo más destacado y lo que no funciona tan bien en este ácido relato.

Una comedia punzante


Desde el primer minuto, "Los Roses" apuesta por un humor mordaz, con diálogos rápidos, frases brutalmente lapidarias y situaciones que parecen diseñadas para incomodar tanto como para hacer reír. Es una comedia más moderna de lo esperado, donde el guion lleva a sus personajes a comportamientos que parecen alocados, pero que en realidad son comunes: como relaciones abiertas, cultura de fitness o las redes sociales. Son contextos que en sí no son divertidos, pero que en esta película se utilizan bien.

Eso sí, el mayor mérito de esta comedia es su filo: no hay momento en que el matrimonio protagonista no busque clavar una espina en el otro con palabras tan elocuentes como groseras que llevarán a la audiencia a reírse incómodamente de la vergüenza (en el buen sentido). El ingenio de la escritura y la precisión en los tiempos de comedia, logran que cada intercambio tenga un alto nivel de daño y de humor.


"Los Roses" es una película que vive y respira gracias al talento de Cumberbatch y Colman. Crédito: Jaap Buitendijk.

El peso de sus protagonistas


Por más que la película tenga un elenco secundario sólido, "Los Roses" depende única y exclusivamente de su dúo central. Benedict Cumberbatch interpreta a un hombre atrapado en su propia arrogancia con un rango que oscila entre lo tierno, lo patético y lo hilarante. Olivia Colman, por su parte, brilla con una mezcla de dulzura y veneno que solo ella podría demostrar, y domina cada escena en la que se encuentra, sin importar con quien la comparta.

Juntos construyen una dinámica magnética. Cada cruce de palabras, cada pausa y cada ironía se transforman en el centro de la experiencia que la película otorga. El resto del elenco solo acompaña y sin mucho éxito. Son más como un acompañamiento insípido, que busca rellenar los espacios, pero que en ningún momento amenaza con opacar a sus protagonistas. Esta es, sin duda, una película que vive y respira gracias al talento de Cumberbatch y Colman. Sin ellos, esto no funciona.

La falta de un cambio de ritmo


El problema aparece cuando la fórmula se extiende demasiado. Durante la primera hora, la cinta se siente fresca, ácida y vibrante. Sin embargo, al acercarse al tercer acto o último tercio, el humor comienza a repetirse y la estructura narrativa deja de sorprender. En otras palabras, las groserías, sarcasmos o ironías dejan de ser punzantes y pasan a ser pesadas.

Lo que al principio era intenso, después se transforma en rutina. No hay un cambio de tono, ni un giro que renueve la energía de la historia, lo que hace que la experiencia se sienta un poco más larga de lo que realmente es. Esta es una de esas películas que se beneficiaría de cortar su minutaje para mantener la consistencia. Dicho esto, el final definitivamente ofrece ese cambio de ritmo, aumentando la locura exponencialmente. El problema es que esta podría llegar muy tarde.

Una flor con espinas


En definitiva, "Los Roses" es una comedia que se disfruta gracias a sus palabras, y a las extraordinarias interpretaciones de Benedict Cumberbatch y Olivia Colman. No obstante, su poca capacidad de reinventarse deja esa sensación de querer haber visto algo más dentro de lo que es una buena historia.

Dependiendo de la paciencia de cada uno, esta puede ser una experiencia de mucha risa o por lo menos un buen pasatiempo. Aun así, vale la pena verla solo por el duelo actoral que sus protagonistas regalan durante más de cien minutos, lo que por sí solo ya es un espectáculo de sarcasmo y carisma que difícilmente se vea en otra parte este año.

Nota: 3,0/5,0

"Los Roses" ya está disponible en cines.

Agustín Pérez Achurra, crítico de cine (https://www.instagram.com/hobby.space/)