SANTIAGO.- El Arzobispado de Santiago presentó hoy las nueva reformas papales que simplificarán y acortarán en cerca de un año el proceso judicial al que deben someterse los matrimonios católicos que aspiran a la nulidad.
Según explicó el cardenal y arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, las reformas buscan acercar el proceso a los afectados, para que de esta forma "todas las personas puedan realizar en la propia vida el proyecto que ellos quieren".
El anuncio que fue dado a conocer por el Papa Francisco el 8 de diciembre pasado significa el mayor cambio al derecho procesal canónico en 300 años y establece la simplificación del sistema de nulidad creando tres procesos diferentes para clasificar las causas: ordinario, abreviado y de documento. El más novedoso es el juicio abreviado que permite acortar en casi un año y medio la duración del trámite judicial.
"El proceso, considerando que hasta ahora eran dos instancias, por más rápido que fuera, significaba por lo menos dos años o dos años y medio. Excepto si había empate entre la primera y la segunda sentencia y tenía que ir a Roma al tribunal. Ahí sí que se dilataba más", recordó el vicario judicial de Santiago, Jaime Ortiz de Lazcano, en el marco de la la inauguración del año Judicial Eclesiástico 2016.
"En la actualidad podría ser que en un año o menos incluso estuviese listo, y está la posibilidad de un nuevo proceso abreviado que se hace ante la persona del obispo (…) ahí en cuestión de dos o tres meses podría estar listo", explicó.
No obstante, aclaró que los tres procesos continúan siendo de carácter judicial y que se mantiene siempre la característica de indisolubilidad del vínculo matrimonial.
"No es que se haya convertido en un proceso administrativo. Se mantienen las fases de la investigación pero se ha simplificado el procedimiento de manera que se pueda obtener justicia verdadera y cierta, pero cuanto antes", sostuvo.
Proyecto de aborto
En tanto, el arzobispo Ezzati se refirió a la aprobación de la despenalización del aborto en tres causales y reiteró su rechazo al proyecto.
"Creemos que la vida es un bien y que va mas allá de otros bienes que son menos fundamentales. No quiere decir que la vida de la mujer no sea un bien fundamental. Pero hay que distinguir claramente que (…) un país tiene que defender el derecho al nacer", aseguró.
"En ese sentido, la aprobación de estas tres causales, en lugar de ayudar al crecimiento de la dignidad de las personas, lastimosamente introducen a un camino que vulnera el derecho primero de las personas que es la vida", agregó.
Caso Joannon
Finalmente, el cardenal se refirió al sacerdote Gerardo Joannon, quien fue suspendido por la congregación de los Sagrados Corazones tras conocerse su vínculo con adopciones irregulares, pero que fue visto esta semana prestando ayuda en una misa en San Felipe.
Ezzati afirmó que se enteró de lo ocurrido con Joannon este miércoles, pero que su participación en la misa debe haber estado en regla. "Me imagino que tanto el obispo y, sobre todo su superior provincial, habrán analizado el tema (…) porque para que un religioso pueda ejercer (...) habiendo pedido estar ausente de la vida de la comunidad, requiere de la autorización del provincial, como también del obispo que lo acoge", indicó.