MANILA.- Los filipinos votaban este lunes en una elección presidencial, en la que el polémico candidato Rodrigo Duterte, quien prometió matar criminales durante la feroz campaña electoral, aparece como gran favorito.
Los colegios electorales abrieron a las 06:00 horas locales (22:00 horas GMT del domingo) hasta las 17:00 horas locales, indicaron las autoridades electorales. Las imágenes de televisión muestran largas colas, en su mayoría en el exterior de las escuelas que sirven de centros de votación.
Duterte, un abogado de 71 años y durante mucho tiempo alcalde de la ciudad meridional de Davao, cuenta con una cómoda ventaja sobre sus rivales, según sondeos recientes, tras prometer durante la campaña soluciones brutales pero rápidas a los dos principales problemas de Filipinas: la pobreza y el crimen.
Los analistas lo comparan a Donald Trump, único candidato republicano a la Casa Blanca, por haber hecho trizas los códigos de la política convencional.
Según Duterte, para acabar con la pobreza hay que erradicar el crimen. Para ello promete que dejará de lado una justicia ineficaz y corrupta y ordenará a las fuerzas de seguridad eliminar a los criminales.
Asimismo, amenaza con establecer un gobierno unipersonal si los legisladores le desobedecen.
Sus críticos, en cambio, alertan de que podría sumir al país en otra dictadura, tres décadas después de la caída del dictador Ferdinand Marcos en 1986.
El Presidente saliente, Benigno Aquino, cuya madre encabezó el movimiento democrático que derrocó a Marcos y presidió la nación durante seis años, reiteró que Filipinas podría regresar a una nueva dictadura.
"Necesito vuestra ayuda para detener el regreso del terror en nuestro país. No puedo hacerlo solo", dijo Aquino a sus votantes en un llamado a final de la campaña electoral el sábado.
Tras seis años en el poder, el presidente saliente ha sido duramente criticado por haber perennizado un modelo económico favorable a los ricos.
Pese a tener une media de crecimiento económico anual de 6% en estos últimos años, más de un cuarto de los 100 millones de filipinos sobreviven por debajo del umbral de pobreza, es decir, la misma proporción que hace seis años.
Mar Roxas, el candidato apoyado por Aquino, proviene también de una importante familia política y ha seguido una educación en Estados Unidos. Los sondeos le atribuyen el segundo puesto, con 20% de las intenciones de voto.
La feroz contienda presidencial ha contribuido aún más a las tensiones políticas en un país, donde el fraude y la violencia electoral son problemas recurrentes.
La policía confirmó la muerte de 15 personas en ataques relacionados con las elecciones este año, aunque muchos otros han muerto o resultado heridos en incidentes vinculados supuestamente con la política.
Otras siete personas murieron por disparos el lunes por la mañana en un conocido "punto caliente" de la violencia política cerca de Manila. La policía no confirmó todavía si el incidente estaba relacionado con los comicios.