SANTIAGO.- La masacre ocurrida en la madrugada de este domingo, en Orlando, cobrando la vida de al menos 50 personas, y dejando más de medio centenar de heridos en la discoteque gay "Pulse", fue un claro ejemplo de que "la homofobia mata", según señaló Rolando Jiménez, jefe del área de DD.HH. del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
"Cuando nosotros decimos aquí en Chile que la homofobia mata, bueno nos referimos a eso precisamente, que todavía en las sociedades modernas queda un grupo lamentablemente no menor de hombres y mujeres que consideran que porque tenemos una orientación sexual distinta no merecemos dignidad, derechos e incluso ni siquiera parecemos tener el derecho fundamental del ser humano: el derecho a la vida", dijo Jiménez acerca de este hecho, considerado por el propio Presidente Barack Obama como el
"tiroteo más letal en la historia" de Estados Unidos.
Recordemos que a eso de las dos de la mañana, un hombre ingresó al club nocturno en el que se celebraba una fiesta con temática musical latina. Armado con fusil de asalto y una pistola, el sujeto se atrincheró con rehenes y falleció tras un enfrentamiento con la policía.
Según varios medios de comunicación, el supuesto atacante sería Omar Mateen, cuyo padre
ya apareció en medios locales, tratando de encontrar una explicación para este hecho,
investigado por el propio FBI como un acto terrorista. "Esto no tiene nada que ver con la religión", dijo el hombre, explicando que hace un par de meses, su hijo se había molestado mucho cuando vio a dos hombres besándose en Miami.
"(Esto) demuestra que en sociedades, incluso mucho más desarrolladas que las de Latinoamérica la homofobia respecto de los derechos humanos de la diversidad sexual van a seguir existiendo. Son reventones de odio y de violencia irracional en contra de la población de diversidad sexual", dijo Jiménez.
Asimismo, el director ejecutivo de la Fundación Iguales, Emilio Maldonado, lamentó con tristeza que "la comunidad LGBTI siga estando expuesta a estos niveles de violencia, que arriesgue su vida a diario por la incomprensible homofobia de muchos (…) Nos demuestra con crudeza que queda mucho camino por recorrer".
"Él viene para acá, voy a morir"
La de este domingo fue una dramática mañana para los habitantes de Orlando, donde varias familias pasaron de la desesperación de no saber dónde ni cómo estaban sus hijos, hermanos, etc., al alivio de enterarse que estaban con vida, o la tristeza de saber que sus seres queridos se encontraban entre las víctimas fatales.
Mina Justice es una de las tantas mamás que hasta avanzadas horas de la jornada, desconocen el paradero de su hijo.
El último rastro que tiene de Eddie, de 30 años, es una serie de mensajes que intercambiaron por celular, luego que él le pidiera que llamara a la policía, porque habían entrado a disparar a la discoteque donde estaba.
"Mamá, te quiero", le escribió Eddie, antes de explicarle que se encontraba atrapado en el baño, escondido del tiroteo. "Llámalos (a la policía) ahora. Diles que estoy en el baño", dicen otros dos mensajes, antes de que Eddie escribiera "él viene para acá. Voy a morir".