TEHERÁN.- El ex Presidente iraní conservador Mahmud Ahmadineyad dio hoy un vuelco al panorama electoral con su registro inesperado y desafiante como candidato a las elecciones presidenciales de Irán, en las que se espera busque la reelección el moderado Hasan Rohani.
Su entrada en la carrera presidencial despierta incertidumbre ya que se produce pese a que el líder supremo, Alí Jameneí, le aconsejó no concurrir a la cita del 19 de mayo para evitar "una polarización" de la sociedad.
Sonriente y haciendo la señal de la victoria, Ahmadineyad dijo a la prensa en la sede del Ministerio del Interior en Teherán que su participación tiene el objetivo de apoyar la candidatura de Hamid Baqai, uno de sus hombres de confianza y dos veces vicepresidente.
"El líder supremo me recomendó que no participara en las elecciones como candidato. Yo cumplo con mi promesa moral y mi registro es solo para apoyar a mi querido hermano el señor Baqai", subrayó.
En este sentido, el que fue presidente entre 2005 y 2013 y azote de Occidente insistió en que la recomendación de Jameneí "no significaba una prohibición".
Su candidatura puede ser una estrategia para forzar al Consejo de Guardianes a aceptar a Baqai, de quien se baraja su descalificación debido a que en 2015 pasó siete meses en la cárcel.
Cualquier iraní puede ser aspirante a la Presidencia, pero el Consejo de Guardianes tiene la prerrogativa de seleccionar a los candidatos aptos, que normalmente no llegan a la decena.
El proceso de registro se prolongará hasta el 15 de abril y, tras un plazo para apelaciones, el Ministerio del Interior anunciará la lista definitiva de candidatos a finales de mes, cuando se conocerá el futuro del impredecible tándem formado por Ahadineyad y Baqai.
Ahmadineyad defendió de nuevo la inocencia de Baqai, asegurando que "estuvo siete meses y medio en la cárcel pero no pudieron probar ninguna de las acusaciones contra su persona".
"Es un hombre educado en la Revolución Islámica", de principios firmes y dispuesto a "servir al pueblo", destacó el ex Presidente, quien apostilló que él estará "al servicio de Baqai".
En su opinión no hay motivos para que el Consejo de Guardianes rechace la candidatura de su ex vicepresidente o la suya y con sus palabras dio a entender que se retiraría en favor de Baqai, de ser los dos aceptados.
El paso dado este miércoles es también una sorpresa porque hace justo una semana presentó públicamente a Baqai como su candidato a la Presidencia y negó que fuera a concurrir a los comicios.
Las reacciones no se hicieron esperar. El jefe de la Agencia Iraní de la Energía Atómica (AIEA), Alí Akbar Salehí, dijo hoy que todos deben "actuar de acuerdo a la opinión del líder", al igual que varios diputados, que incidieron en que ningún presidente ha desobedecido a Jameneí.
El parlamentario conservador Elias Naderan afirmó en Twitter que esta decisión es "el final de Ahmadineyad", mientras que el analista Hosein Kanani Moqadam calificó de "actitud suicida y desobediencia" su candidatura.
Esta decisión tambalea la carrera electoral, en la que por el momento se perfilaban como favoritos Rohani y el clérigo conservador Ebrahim Raisi, próximo al líder y custodio del mausoleo del imán Reza en la ciudad santa de Mashad.