DiNardo espera que la expulsión de McCarrick signifique para todos aquellos que fueron abusados como "un pequeño paso, entre muchos, hacia la curación".
AP
WASHINGTON.- La decisión del Papa Francisco de expulsar del sacerdocio al ex cardenal Theodore McCarrick por acusaciones de abuso sexual "es una clara señal" de que actos como éste no se tolerarán, informó el sábado la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
"Ningún obispo, sin importar cuan influyente sea, está por encima de la ley de la Iglesia", dijo el presidente de la Conferencia de obispos, el cardenal Daniel DiNardo, en una declaración.
McCarrick, de 88 años, quien renunció al Colegio de Cardenales del Vaticano en julio, es el primer cardenal en ser expulsado por abuso sexual.
"Para todos aquellos de quienes McCarrick abusó, ruego que esta sentencia sea un pequeño paso, entre muchos, hacia la curación", señaló la nota.
"Para nosotros, los obispos, esto fortalece nuestra determinación de responsabilizarnos ante el Evangelio de Jesucristo. Estoy agradecido al Papa Francisco por la forma decidida en que ha dirigido la respuesta de la Iglesia", dijo DiNardo.
La Iglesia ha sido criticada durante mucho tiempo por proteger de la ley a los sacerdotes abusadores, pero este comunicado de los obispos parece indicar un cambio.
"Si alguien ha sufrido abuso sexual a manos de alguien de dentro de la Iglesia Católica, lo insto a que se comunique con la policía local y con su diócesis", dijo.
"Los Coordinadores de Asistencia a las Víctimas están disponibles para ayudar. Estamos comprometidos con la curación y la reconciliación".
En enero, un tribunal del Vaticano declaró a McCarrick culpable de abusar sexualmente de un adolescente, una decisión confirmada por el Papa en febrero, sin "más recursos" de apelación, según una declaración del Vaticano.
La Santa Sede resaltó que McCarrick era culpable de "cometer pecados contra el sexto mandamiento con menores y con adultos, con el factor agravante del abuso de poder".
La expulsión del sacerdocio es el castigo eclesiástico más severo para un sacerdote, que se ve reducido a la condición de laico y ya no se le permite dirigir misas.
