Este sábado, y en medio de un operativo militar, al menos 480 ciudadanos bolivianos retornaron a su país luego de que el Gobierno de Jeanine Áñez les cerrara las fronteras. Los afectados volvieron al territorio en buses desde la ciudad chilena Huara.
El Gobierno boliviano finalmente aceptó que sus compatriotas fueran repatriados e indicó que permanecerán en un campamento instalado en la población fronteriza de Pisiga, donde cumplirán una cuarentena de 14 días para comprobar que ninguno de los aludidos sea diagnosticado con coronavirus.
De acuerdo a lo informado por el medio boliviano, Erbol, el ministro de Defensa del país vecino, Luis Fernando López, recibió a sus compatriotas en el campamento, el cual fue bautizado como Tata Santiago.
"Nada es perfecto, todo es perfectible y que tengan paciencia, 14 días pasan rápido y volverán a sus hogares. Dios los bendiga porque el Tata Santiago está con ellos", declaró López.
Anteriormente, el jefe de la Defensa Nacional de Tarapacá, el general de división Guillermo Paiva, criticó y emplazó al gobierno de Bolivia, luego de que éste negara el ingreso a su país de sus connacionales.
"No debo más que criticar la tozudez e indolencia de las autoridades bolivianas(...) están jugando con la esperanza del grupo", indicó.
