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La estrategia contra el covid-19 de Hungría que la llevó a tener 68 mil personas en un partido de la Eurocopa

Se trata del segundo país de la Unión Europea con el mayor ritmo de vacunación, lo que le ha permitido tener al 42% de su población con las dos dosis. Sin embargo, también es la segunda nación con la mayor tasa de mortalidad a nivel mundial.

16 de Junio de 2021 | 12:34 | Por Ramón Jara A., Emol
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El Puskas Arena lleno en plena pandemia, una de las postales de la Eurocopa que ha llamado la atención de todo el mundo.

EFE
La imagen, sin duda alguna, sorprendió. El martes, 68 mil personas (la mayoría sin mascarillas) asistieron al estadio Puskas Arena de Budapest para presenciar la derrota de la selección de fútbol masculino de Hungría ante su par de Portugal por la Eurocopa. Más allá de los récords batidos por Cristiano Ronaldo en el encuentro, lo que llamó la atención fue ver un coliseo lleno en plena pandemia, a diferencia del resto de los países sede del torneo europeo, donde el aforo es muy reducido.

Para poder entrar al estadio los húngaros debían presentar su "certificado de protección" que prueba que su portador ha recibido al menos una dosis de alguna vacuna contra el covid-19, mientras que los extranjeros podían hacerlo mostrando un test negativo de PCR.

A ellos se sumaron las 11 mil personas que se congregaron en la "Fan Zone" dispuesta en Budapest para que quienes no ingresaron al Puskas Arena pudieran ver el partido en una pantalla gigante.

La decisión de llenar el coliseo deportivo, resistida por la comunidad científica al asegurar que la primera dosis en sí no es garantía suficiente de inmunidad, es el fiel reflejo de la estrategia de Hungría para combatir el coronavirus, que en los últimos meses ha confiado en su masivo plan de vacunación por sobre cualquier otra cosa, dejando de lado las restricciones.

Al margen de la Unión Europea

Desde el comienzo de la pandemia, Hungría se ha desmarcado del resto de los socios de la Unión Europea. Al principio, las críticas desde la comunidad internacional surgieron por las numerosas atribuciones que el Parlamento le dio al Primer Ministro Viktor Orban, a quien acusaron de querer gobernar por decreto.

La figura del gobernante húngaro siempre ha sido resistida por buena parte del bloque comunitario: su perfil ultranacionalista y conservador genera resquemores en Bruselas, desde donde temían una serie de medidas demasiado restrictivas de la pandemia.

Asimismo, Orban se desmarcó completamente de la UE, al adquirir vacunas en forma paralela al bloque, comprando fármacos no aprobados por la agrupación, como la rusa Sputnik V y la china Sinopharm. Budapest está utilizando estos fármacos, además de los autorizados por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

Esto ha permitido que Hungría, de 9,7 millones de habitantes, realice un masivo plan de vacunación, convirtiéndose en el segundo país de la UE con mayor ritmo de inoculación, sólo detrás de Malta, y el undécimo a nivel mundial.

Y así se nota en los números: De acuerdo con la Universidad Johns Hopkins (que monitorea la respuesta de los países al covid-19), Hungría ha administrado 9.424.351 dosis. Actualmente el 55% de la población ha recibido al menos la primera vacuna y el 42,1% ha sido inmunizado con la pauta completa.

La vacunación por sobre todo

En los últimos meses, la estrategia húngara ha sido centrarse en la inmunización de su población. "Es la vacuna la que parará la pandemia, y no el cierre" de la economía o las restricciones de movimiento, argumentó en su momento el Premier Viktor Orban.

Así, a principios de abril el Gobierno decretó la reapertura del comercio, después de cinco semanas, con un límite de aforo de un cliente por cada diez metros cuadrados, mientras que las clases presenciales se retomaron el día 19 de ese mes.

La medida generó críticas en su momento, debido al alto número de casos y muertos por covid-19. En abril, la incidencia de contagios era de 1.196 casos por cada 100.000 habitantes, el doble que el promedio de la Unión Europea.

A eso se sumaba el colapso hospitalario, con las camas UCI en su máximo de ocupación y una tasa alta de mortalidad, superando las 200 muertes diarias por covid-19 (el 14 de abril fue el peak, con 285 decesos).

Los números actuales

Las cifras, ahora, son optimistas. Desde abril, el número de casos y decesos diarios por covid-19 ha bajado exponencialmente: de acuerdo con los datos oficiales manejados por la OMS, Hungría registró sólo 57 nuevos contagios y 10 muertes en las últimas 24 horas.

57casos de covid-19 registró Hungría en las últimas 24 horas
En el total, suma 807.102 casos y 29.851 muertes. En este sentido, las alarmas siguen, puesto que aún es el segundo país del mundo con la mayor tasa de mortalidad, con 310 decesos por cada 100.000 habitantes.

Y es ahí cuando surge el fantasma de octubre de 2020. Sin mayores restricciones, la tasa de contagios se disparó un 284%. Todo esto mantiene a los húngaros y a la comunidad científica expectante. Habrá que esperar unas semanas para ver si el país logró resistir la Eurocopa o los casos, nuevamente, subirán.
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