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A dos semanas de la invasión de Ucrania: Los cinco cambios geopolíticos que ya provocó la ofensiva militar rusa

Bloqueos económicos y la decisión de naciones de ingresar a la Unión Europea y a la OTAN. Esas son solo parte de las alteraciones que se han generado tras el ataque.

09 de Marzo de 2022 | 08:03 | Por Daniela Toro, Emol.
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Refugiados ucranianos en Moldovia, uno de los países más pobres de Europa.

EFE
Han pasado 13 días desde el inicio de la ofensiva militar de Rusia a Ucrania y el conflicto no sólo ha dejado graves consecuencias en materia de derechos humanos y la pérdida de miles de vidas: ya se han producido cambios económicos, sociales y administrativos cuya duración podría ser indefinida.

Y es que las consecuencias de la guerra no atañen solamente a los países en disputa, sino que también repercuten a todo el continente y salpican al mundo entero. En este caso, Europa ya ha iniciado acciones en bloque para sancionar y aislar a Rusia, mientras que algunas naciones -incluyendo la propia Ucrania- han buscado avanzar en la posibilidad de adherise a la Unión Europea. Lo mismo ha pasado con los nórdicos Finlandia y Suecia, que han reivindicado su derecho a sumarse a la OTAN.

Y es que según los analistas, es la unión de occidente la clave para intentar frenar la invasión de Rusia a Ucrania. "Una guerra nunca tiene ganadores", han dicho cientos de voces en el mundo; mientras que los perdedores serán múltiples y afectarán a varias generaciones.

Las consecuencias del gasto en defensa


El poderío militar de Rusia es indiscutiblemente mayor al de Ucrania, aunque los ucranianos han iniciado una suerte de ofensiva civil dentro de sus posibilidades y arriesgando sus vidas. Quieren detener a toda costa el avance de las tropas y salvaguardar su nación independiente.

Pero el historiador de origen israelí, Yuval Noah Harari -autor de libros como 21 lecciones para el siglo XXI" o "Sapiens: De animales a dioses"- hizo notar ayer, ante la organización de conferencias TED, las consecuencias que puede traer para la población y el mundo, el eventual aumento de presupuesto en defensa.

"Esto es potencialmente una guerra entre Rusia y la OTAN, y aún dejando de lado las armas nucleares, esto desestabiliza la paz en todo el mundo y vuelvo al tema de los presupuestos: si se empieza a subir el presupuesto en defensa en un país, empezará en todo el mundo y eso será a cambio de menos salud, educación y otros temas sociales", afirmó.

Por otro lado, Alemania -miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)- se había convertido en blanco de críticas desde que se iniciara el conflicto, ante su negativa a colaborar con armamento al ejército ucraniano, bajo el cuestionado argumento de que no envían estos insumos a zonas en conflicto.

Sin embargo, la semana pasada el gobierno alemán hizo un significativo cambio en su postura y aprobó enviar armas y suministros a Ucrania, además de aumentar su propio presupuesto militar para los próximos años y más del 2% de su PIB se invertirá anualmente en defensa. "Tendremos que invertir más en la seguridad de nuestro país para proteger la libertad y la democracia", aseveró el canciller alemán, Olaf Scholz. En lo económico, también mostró su ofensiva, puesto que excluirá a ciertos bancos rusos del sistema de pagos globales Swift.

Inéditas sanciones económicas


Pero no sólo el gasto militar afectará directamente a la vida de las naciones involucradas en el conflicto, a Europa y al mundo. También lo están haciendo ya las inéditas sanciones económicas que pesan sobre Rusia desde los primeros días del conflicto, impulsadas principalmente por Estados Unidos y la Unión Europea.

Sólo por mencionar algunas: se han prohibido exportaciones hacia Rusia; hay restricciones en empresas rusas para operar en el extranjero; se expulsaron del espacio aéreo europeo a las aerolíneas de ese país; se prohibió hacer o recibir transferencias internacionales a través del sistema Swift, lo que impide a Rusia cobrar sus exportaciones de gas, petróleo y minerales, y de paso, tampoco puede pagar sus importaciones.

Ayer martes, Biden dio otro duro golpe a Rusia y prohibió las importaciones de gas y petróleo ruso. "Significa que el petróleo ruso no será aceptado en puertos de EE.UU.", dijo el Mandatario en una intervención en la Casa Blanca.

Este cerco económico son otra de las formas en que se configura una guerra: la idea es dejar al país atacante sin recursos para financiar su acción bélica, y eso terminará repercutiendo, dicen los expertos, directamente a la población. En respuesta, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, envió un mensaje al presidente estadounidense Joe Biden: "él sabe que la única alternativa a las sanciones contra Rusia es una Tercera Guerra Mundial", la que sería "una guerra nuclear devastadora".

¿Cuánto puede resistir Rusia frente a los llamados "bombardeos económicos? Esto dependerá de cómo evolucione el conflicto y de la reacción que Putin tenga ante dichos bloqueos. Lo cierto es que los economistas coinciden en que la economía rusa se deteriorará rápidamente, a un ritmo inédito para una potencia nuclear.

"Los rusos van a sufrir, pero si Ucrania sucumbe rápidamente y su gobierno cae, difícilmente Putin enfrente presiones que lo obliguen a renunciar", dijo a The New York Times Benn Steil, director de economía internacional del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos. "En cambio, si el conflicto se prolonga y corre mucha sangre, las sanciones pueden obligarlo a retirarse, cantando victoria", indicó.

Un militar ucraniano ayuda a una anciana a salir de un edificio residencial destruido después de un bombardeo en la ciudad de Kharkiv, Ucrania, en el este de Ucrania, este 8 de marzo. Foto: EFE.

Países buscan ingresar a la OTAN y a la UE


El conflicto también ha llevado a que algunos países busquen ingresar a la OTAN y a la Unión Europea (UE), esto, en busca de sumarse a la protección y acuerdo de mutua defensa que entrega el primer organismo y las acciones de cooperación y desarrollo de la segunda.

El pasado 28 de febrero, en medio de la ofensiva rusa, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski firmó una solicitud formal del ingreso de su país a la UE, hecho que calificó como "histórico". En la ocasión, el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, manifestó que "los ucranianos han demostrado desde hace tiempo que somos una parte inalienable de la comunidad europea. Ha llegado la hora de sellarlo en el papel".

Pero Ucrania no fue la única nación interesada en ingresar. También se sumaron las peticiones de Moldavia y Georgia, ante el temor a Moscú, las que ayer tuvieron una señal por parte del organismo, luego que sus 27 países miembros acordaran iniciar su proceso de adhesión.

Sin embargo, esta primera fase del proceso puede durar años, y sólo luego que los países miembros lo aprueben por unanimidad, podrían comenzar las negociaciones oficiales de adhesión. De hecho, a la fecha, Turquía, Serbia y Montenegro mantienen conversaciones con Bruselas para entrar a la UE, mientras que Albania y Macedonia del Norte han conseguido el estatus de "países candidatos".

Otras naciones, históricamente neutrales y de política de no alineamiento militar, como Suecia y Finlandia, han hecho lo propio en alterar su política de armamento y enviar armas a Ucrania, además de reafirmar su derecho de ingresar a la OTAN, pese a las amenazas de Rusia sobre posibles "repercusiones militares y políticas graves", lo que se interpretó directamente como una amenaza de ataque armado. Ambas naciones son oficialmente no alineados, pero sí son socios de la OTAN desde mediados de los '90.

De hecho, la Unión Europea respaldó a ambas naciones, puesto que "todos los estados miembros son libres de elegir su política exterior y su política de alianzas", dijo a fines de febrero el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, justo después de la reunión extraordinaria de ministros de Exteriores donde se aprobó el segundo paquete de sanciones contra Rusia.

Punto de recepción de refugiados ucranianos en la estación principal de trenes de Wroclaw, Polonia. Foto: EFE.

La nueva "unión" de Europa en apoyo a Ucrania


Y aunque mucho menos potentes que un bloqueo económico, distintas muestras simbólicas de apoyo a Ucrania se han generado alrededor del mundo y en la propia Europa. La semana pasada, distintos edificios históricos se iluminaron con los colores azul y amarillo de la bandera de Ucrania, aunque para muchos es poco lo que las luces pueden hacer frente a la oscuridad que se vive en una guerra que no se detiene.

Otras acciones humanitarias han logrado dar una cara algo más esperanzadora a la crisis y han recibido a más de 1,7 millones de ucranianos que buscan salir del territorio. Uno de los primeros destinos fue el país limítrofe, Polonia, pero ya se han multiplicado las naciones que han recibido a los refugiados.

Ucrania colinda con siete países fronterizos: Rusia al norte y el este, Bielorrusia en el norte, Polonia y Eslovaquia al oeste y Rumania, Hungría y Moldavia en el suroeste. Entre todos ellos, albergan a cerca de 1,7 millones de ucranianos que buscan ser acogidos, acorde con lo informado hoy por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). En detalle, según informó la agencia de la ONU, de esa cifra más de un millón se encuentran en la vecina Polonia. En tanto, Hungría ha recibido 180.000 refugiados ucranianos; Eslovaquia, 128.000; Rumania, 79.000; y Moldavia 82.000, a los que hay que sumar unos 53.000 que han huido a Rusia.

De hecho, Noah Harari afirma que el concepto de unión entre las naciones ha sido clave para intentar frenar el conflicto, pues expone que "si Rusia quería dividir a Europa y la OTAN, está consiguiendo exactamente lo contrario", ya que "incluso se ven países como Finlandia o Suecia enviando armas y cerrando su espacio aéreo. No lo hicieron ni para la Guerra Fría".

En ese sentido, el historiador afirmó que el actual enfrentamiento entre Rusia y Ucrania podría derivar en la solución de otros conflictos, pues "lo que estaba dividiendo a Occidente en el último tiempo es la llamada 'guerra cultural'. La guerra cultural entre la izquierda y la derecha, entre liberales y conservadores".

El posible nuevo estatus de Venezuela


Ya se tenía previsto el bloqueo de Estados Unidos a Rusia frente a las importaciones de gas y petróleo, y horas antes del anuncio definitivo de Biden, se conoció que una delegación estadounidense sostuvo conversaciones con el Presidente venezolano Nicolás Maduro durante una visita a Caracas el fin de semana.

Según el New York Times, la actual visita a Caracas de altos funcionarios del Departamento de Estado y la Casa Blanca responde al supuesto interés de Washington de reemplazar parte del petróleo que le compraba -hasta hoy- a Rusia con el que dejó de comprarle a Venezuela.

La reunión se extendió por más de dos horas y se realizó, según las palabras de Maduro -aliado de Moscú- en un ambiente respetuoso, cordial y diplomático. Venezuela no tiene relaciones diplomáticas con Washington desde 2019 cuando, en su lugar, reconoció como presidente encargado al dirigente opositor Juan Guaidó e impuso una batería de sanciones a Caracas en pos de forzar la salida del líder chavista.
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