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El duro intercambio de opiniones entre los representantes en Chile de Ucrania y Rusia por la guerra

A través de una columna en El Mercurio, el encargado de Negocios de Ucrania en el país, Vladyslav Bohorad, criticó con dureza el rol del Kremlin en el conflicto, lo que fue respondido por el embajador ruso Sergei Koshkin a través del mismo medio.

28 de Febrero de 2023 | 12:21 | Redactado por Ramón Jara A., Emol
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El encargado de Negocios de Ucrania en Chile, Vladyslav Bohorad (izquierda), y el embajador ruso en el país, Sergei Koshkin.

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A poco más de cumplirse un año del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, los representantes diplomáticos en Chile de ambos países han protagonizado su propia pelea mediante el intercambio de opiniones a través de columnas publicadas en medios de comunicación, culpándose mutuamente de los efectos que ha dejado el conflicto armado.

El primero en opinar fue el encargado de Negocios de Ucrania en Chile, Vladyslav Bohorad, quien escribió el pasado 23 de febrero una columna en El Mercurio en la que hacía un repaso de la guerra, justo un día antes de su primer aniversario. En el texto, titulado "Un año de guerra en Ucrania", el diplomático remarcó que "hace un año, Rusia inició una guerra bárbara, injusta y cruel en Ucrania, atacando las ciudades pacíficas desde el este al oeste, enviando sus fuerzas armadas para hundir a nuestro país en sangre, terror y desesperación, y lograr control completo sobre los territorios ucranianos".

"Hace un año, Ucrania vivió cambios irreversibles. Décadas después del final de la Segunda Guerra Mundial, los invasores llegaron nuevamente a nuestras tierras. En realidad, Rusia inició la guerra en 2014, con la anexión de Crimea y la ocupación de las regiones de Donetsk y Lugansk, que son territorio de Ucrania", agregó.

En esa línea, Bohorad explicó que Rusia "esperaba una victoria relámpago y preparaba un uniforme de desfile", pero que en Ucrania, "desde la capital hasta los pequeños pueblos, la gente salió a las calles sin armas, protestando y tratando de detener a los invasores", lo que se sumó al apoyo de buena parte de la comunidad internacional.

"La guerra siempre trae maldad, violencia y sufrimiento humano. Todos entienden esto, excepto el gobierno ruso y el pueblo ruso engañado por la propaganda del Kremlin", afirmó el diplomático, y agregó: "El enemigo no respetó ni las reglas ni las costumbres de la guerra, atacando desafiantemente áreas residenciales, destruyendo hogares pacíficos y cobrando la vida de miles de civiles".

"Durante los interminables meses de ocupación y lucha, los rusos mataron a medio millar de niños ucranianos, a más de 10 mil civiles y convirtieron a millones de personas en refugiados. El número de desplazados internos en nuestro país supera los 12 millones de personas", añadió.

"La guerra siempre trae maldad, violencia y sufrimiento humano. Todos entienden esto, excepto el gobierno ruso y el pueblo ruso engañado por la propaganda del Kremlin"

Vladyslav Bohorad, encargado de Negocios de Ucrania en Chile
Frente a esto, Vladyslav Bohorad aseguró que el pueblo ucraniano "sigue luchando contra el agresor ruso, defendiendo no solo nuestro Estado, sino también los valores y libertades democráticas, el derecho de las naciones a elegir libremente su futuro" y que, a raíz de la guerra, "nuestra gente aprendió a distinguir los sonidos de las armas de artillería, los ataques con misiles y bombas", mientras que los niños aprendieron "qué es el miedo por la vida".

"El país se sumergió en una espera. Pero lo más importante es esperar la victoria", afirmó el encargado de Negocios, remarcando que "la victoria de Ucrania será una victoria de toda Europa", y "será mucho más segura cuando se desmantele la maquinaria militar rusa y desaparezca la capacidad del Kremlin para invadir otros países".

En ese sentido, expresó, "tenemos pleno derecho a contar con suministros de armas que nos ayuden a lograr esta victoria. No deben aplicarse políticas de apaciguamiento o de hechos consumados respecto de la ocupación y los intentos de anexión".

La respuesta de Rusia

Tras esto, vino la respuesta de Rusia, también a través de El Mercurio, que este martes publicó una columna del embajador en Chile, Sergei Koshkin, en la que afirma que la "extensa reseña" de Vladyslav Bohorad "merece, sin duda, una respuesta pública para que los chilenos conozcan la opinión de la parte opuesta".

En su texto, titulado "La guerra en Ucrania es de vieja data", el embajador ruso partió señalando que ya el título de la columna de Bohorad es "contradictorio, pues el mismo diplomático ucraniano admite y reconoce que el conflicto en cuestión se había desencadenado en 2014, o sea, mucho antes que hace un año".

En sus palabras, "la crisis se desató cuando ese mismo año (2014) el nacionalismo radical ucraniano se instaló en el poder en Kiev a raíz de un sangriento golpe de Estado armado que gozaba del apoyo tácito de Occidente, y lanzó una despiadada guerra contra la población civil del sureste de Ucrania (Donbás), rusoparlante en su mayoría, tildada de 'separatistas y terroristas'".

"Desde aquel momento, Rusia no ahorró esfuerzos para encontrar una solución política y diplomática de la crisis en el vecino país, mientras que Kiev y los mal llamados facilitadores occidentales gestionaban en secreto un escenario totalmente distinto", aseguró Koshkin, quien lamentó que los Acuerdos de Minsk entre Kiev y "las repúblicas del Donbás" fueran "una cortina de humo utilizada por las autoridades ucranianas y sus supervisores externos para potenciar las capacidades militares de Ucrania".

"Son de dominio público las muy arrogantes confesiones al respecto de la excanciller alemana Angela Merkel, del expresidente francés Francois Hollande y del mandatario ucraniano de aquel momento, Petró Poroshenko. El verdadero objetivo final era aplastar al Donbás y después atacar a la península de Crimea, que en 2014 se había integrado a la Federación de Rusia de una manera voluntaria, pacífica, legítima y democrática", aseguró.

De acuerdo con el embajador ruso, desde 2014 hasta ahora, las regiones prorrusas han sufrido la "muerte de miles de civiles, niños entre ellos, a causa de bombardeos, asesinatos políticos, acoso a los creyentes, privación de servicios esenciales, despojos de pertenencias, desalojos y destierros", y nadie en Occidente hizo caso a "estas barbaridades perpetradas por las autoridades hipócritas de Ucrania y sus séquitos neonazis".

Koshkin también cuestionó a los países de la OTAN, que "desplegaron sus bases militares y laboratorios biológicos secretos en la proximidad de las fronteras de Rusia", mientras "no dejaban de entrenar y armar a los ucranianos", convirtiendo a Ucrania en "su proyecto 'Anti Rusia', plaza de armas para un inminente ataque militar a la Federación de Rusia".

En esa línea, el embajador explicó que el propósito de la operación militar rusa en Ucrania "es defender nuestro propio territorio y las regiones que en busca de protección decidieron unánimemente por voluntad popular formar parte de la Federación de Rusia", y aseguró que las fuerzas del Kremlin "hacen todo lo posible para evitar daños a la población civil y la infraestructura residencial", ya que los bombardeos con armas de alta precisión "se realizan únicamente contra objetivos militares, obvios o disfrazados de pacíficos, e infraestructura crítica utilizada para fines militares".

"La parte ucraniana nunca ha cesado de bombardear indiscriminadamente poblaciones enteras (con enfoque especial en la ciudad de Donetsk), viviendas, hospitales, comercios, centros educativos y templos en las zonas bajo el control ruso, incluso las que están en profunda retaguardia, causando múltiples bajas entre los civiles y cuantiosos daños materiales".

Sergei Koshkin, embajador de Rusia en Chile
En cambio, afirmó que Ucrania "nunca ha cesado de bombardear indiscriminadamente poblaciones enteras (con enfoque especial en la ciudad de Donetsk), viviendas, hospitales, comercios, centros educativos y templos en las zonas bajo el control ruso, incluso las que están en profunda retaguardia, causando múltiples bajas entre los civiles y cuantiosos daños materiales".

Por otro lado, Koshkin recalcó que "Moscú jamás ha rechazado una solución negociada del conflicto en Ucrania, siempre y cuando tales negociaciones sean bien intencionadas y serias", pero sostuvo que Kiev "no da señales de estar dispuesta a emprender este camino".

"Es evidente que los halcones en el Occidente y en Kiev detestan la idea de la paz. Ellos insisten en seguir peleando 'hasta el último ucraniano' con tal de destruir a Rusia y preservar su hegemonía global esquivando la inevitable formación de un mundo multipolar y equitativo. Esta postura poco perspicaz convierte al Occidente en participante directo del conflicto bélico", aseveró.
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