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Las claves de la controvertida defensa de Milei por escándalo cripto: De las interrupciones a la metáfora de la ruleta rusa

El Mandatario argentino ofreció una entrevista en la que explicó por qué promocionó una criptomoneda. Revisa aquí los puntos más importantes.

18 de Febrero de 2025 | 11:59 | La Nación, GDA/Editado por R. Jara, Emol
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El Mercurio
Visiblemente incómodo, Javier Milei presentó una versión autoindulgente sobre el episodio que derivó en un escándalo internacional a partir de la difusión en su cuenta de X de la criptomoneda $LIBRA, que el viernes pasado se lanzó, aumentó exponencialmente su valor a raíz del apoyo presidencial y se desmoronó en cuestión de minutos cuando un grupo de traders anónimos retiró ganancias multimillonarias.

El Presidente argentino hizo su defensa en una conversación con el periodista Jonatan Viale que no se difundió en vivo y fue interrumpida por los asesores de Milei, según se pudo ver en el video publicado por el propio canal emisor de la entrevista (TN), que luego fue borrado.

En el diálogo, el Mandatario buscó negar que él hubiera obtenido beneficios económicos por el proyecto, desligó a sus funcionarios de cualquier error -en especial a su hermana Karina- y fue muy cuidadoso en el trato con los traders detrás del negocio que terminó mal, con denuncias presentadas en Argentina y en Estados Unidos. En ningún momento definió el caso como una estafa, a diferencia de lo que sostienen políticos opositores y especialistas en finanzas.

La defensa dejó dudas abiertas y alguna contradicción: Milei justificó su decisión de publicitar el lanzamiento de la criptomoneda $LIBRA en que creía que iba a ser bueno para fondear proyectos tecnológicos de emprendedores argentinos. Pero cuando se lo cuestionó por las pérdidas sufridas por quienes invirtieron dijo que eran todos apostadores financieros: "Es como el que juega a la ruleta rusa y le toca bala".

Las razones del tuit


La primera gran respuesta que tuvo que dar Milei es por qué decidió promover en sus redes un negocio de esas características, algo de lo que previenen a los presidentes varios artículos del Código Penal y de la Ley de Ética Pública.

Su explicación fue que los encargados del plan, a los que conoció en el Tech Forum de octubre pasado en Buenos Aires, le propusieron "armar una estructura que financie a emprendedores que por una cuestión de informalidad o por que no existe en la Argentina un mercado de capitales tengan fondos" para financiar proyectos tecnológicos.

"Me pareció que era una herramienta interesante para que estas personas se puedan financiar", dijo.

Su tuit salió apenas minutos después de la creación de $LIBRA, que valía casi cero y después de su mensaje creció exponencialmente, lo que le dio razón de ser al negocio. Milei dijo que emitió el posteo "cuando se hizo público el lanzamiento", con el fin de que "aquellos que desean acceder al financiamiento lo puedan hacer". En los hechos, sin embargo, su tuit de las 19.01 del viernes fue la primera comunicación pública sobre el producto que derivaría en esta crisis.

Milei repitió insistentemente que no cobró por la publicación.

Hizo hincapié en el uso de términos muy específicos: "No lo promocioné, lo difundí", dijo, sobre el proyecto cripto. Tenía la directiva precisa de repetir esa idea: para que prospere cualquier acusación judicial en su contra hay que probar que promocionó un negocio (la simple “difusión” no encajaría en una conducta delictiva).

No explicó (ni le preguntaron) de qué manera estaba previsto que el dinero de $LIBRA derivaría en préstamos para emprendedores.

El tuit fijado


Otra incógnita que sobrevuela la polémica es por qué además de emitir el tuit lo fijó, una conducta inhabitual en él. Se trata de un método que se usa para amplificar la difusión de un mensaje.

"Yo publico el tuit y empiezan a aparecer personajes en las redes diciendo que me habían hackeado la cuenta, lo cual es falso. Fijé el tuit para mostrar que efectivamente fui yo. Pero empiezo a ver que se empiezan a generar comentarios negativos y ante la duda lo que hice fue sacar el tuit. Ante la duda me corro", afirmó.

Como borró el tuit no quedan registros exactos de a qué hora lo fijó al tope de su cuenta y si efectivamente eso ocurrió después de que se instalara la duda sobre un hackeo. ¿No era más sencillo negar el hackeo que colocar el tuit en un lugar que magnificó su visibilidad (y que además suele ser una práctica de los influencers que cobran por promocionar un producto)?

El retiro del mensaje ocurrió cinco horas y media después de la publicación original, cuando hacía tiempo que el valor de $LIBRA se había desplomado y que el tema se había convertido en tendencia mundial en la red X.

Los damnificados


En todo momento Milei quiso minimizar la cantidad de afectados. Negó que fueran 44.000 personas, a diferencia de lo que marcan los registros de la aplicación en que se negociaron los tokens.

"Es falso el número porque había muchísimos bots. En el mejor de los casos son nada más que 5.000 personas y la chance de que haya argentinos es muy remota. Son personas hiperespecializadas en este tipo de instrumentos", dijo.

Fue entonces cuando apeló a la metáfora de la ruleta rusa. "¿Perdió el Estado? Nada. ¿Perdieron los argentinos? No creo que sean más de cinco. La gran mayoría son estadounidenses o chinos", enfatizó. Y después añadió que se trata de expertos en finanzas de riesgo, no de ciudadanos comunes: "Si vos vas al casino, qué respuesta tengo que dar. Si fuiste al casino. Es como el que juega a la ruleta rusa y le toca bala".

Dijo que él obró "de buena fe" por su "tecnooptimismo fanático"; en cambio, consideró que aquellos que terminaron perdiendo plata sabían a lo que se arriesgaban.

Cómo conoció a los traders


Milei no acusó a los responsables del negocio que terminó en escándalo. Contó, como ya habían publicado diversos medios trasandinos, que su hombre de confianza con el mundo cripto es Mauricio Novelli, para quien él trabajó en cursos sobre finanzas.

Lo describió como "un tipo hiper creativo" al que conoce desde hace muchos años.

Dijo que Novelli le presentó a Hayden Davis, el encargado del lanzamiento de $LIBRA. Ante una pregunta concreta se negó a acusarlo de estafador: "Eso lo dirá la Justicia". En varias ocasiones citó las entrevistas que dio estos días Davis: "Él dice que yo no sé nada de criptomonedas", en una admisión vinculada a sus saberes económicos muy inusual en él.

"Davis me propuso armar una estructura que financie a emprendedores que por una cuestión de informalidad o que no existe el mercado de capitales tengan fondos para ese tipo de proyectos, que van a impulsar desarrollo económico. Me pareció que era una herramienta interesante para que estas personas se puedan financiar”, relató.

También mencionó al CEO de Kip Protocol, Julian Peh. A su juicio es "muy interesante" y contó que tiene una visión a su juicio muy original sobre la Inteligencia Artificial.

Una autocrítica limitada


¿Se arrepiente de algo? El Presidente argentino dijo que debe aprender una lección: "Yo asumí la presidencia y seguí siendo Javier Milei, el de siempre. Se accedía a mí de la misma manera que cuando no era presidente. Lamentablemente, tengo que levantar los filtros. No puede ser tan fácil llegar a mí. Será cuestión de levantar murallas".

Dijo que eso es algo que habló con su hermana Karina. Como secretaria general de la Presidencia es la responsable de abrir las puertas que llevan al principal despacho de la Casa Rosada. Pero evitó acusarla de nada. Lo mismo con todos sus funcionarios: dijo que no sospecha de ninguno de ellos y que, salvo que la J
justicia pruebe lo contrario, no tiene que exigirles cuentas por este tema a ninguno.

"No me corresponde decir si alguien se llevó algo. Tengo plena confianza en todos mis funcionarios", dijo.

No esbozó ninguna teoría de quién se quedó con las ganancias ni consideró que hubiera sido una trampa. Dijo que todo eso debe ser investigado.

Interrupción de la entrevista y la explicación del Gobierno


Otro hecho que marcó la entrevista fue una escena que se filtró por redes sociales, donde se mostraba el video de la entrevista sin editar. Ahí se puede ver cómo el asesor presidencial Santiago Caputo -perteneciente al círculo de hierro de Milei- interrumpió la entrevista mientras el Presidente argentino intentaba responder una pregunta sobre el escándalo cripto.

Consultado sobre las posibles repercusiones legales, el Mandatario indicó que "la verdad es que los temas jurídicos no son lo mío. Sería imprudente de mi parte que te anticipe esto. El que mejor entiende del tema es nuestro ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. Es él quien entiende". Ante esa respuesta, Jonatan Viale insistió: "Es un tema del que participaste vos como ciudadano, además de como presidente, por eso te lo pregunto".

Tras ello Milei retomó: "Es bueno que señales que lo tuiteé como ciudadano, porque tuiteé desde mi cuenta personal". Viale entonces acotó: "Está bien, pero sos el Presidente".

La conversación seguía en el mismo tono y, en ese momento, irrumpió Santiago Caputo pidiendo que se frene la grabación. Se acercó a Javier Milei y le susurró algo al oído, para luego pedirle al periodista repetir su consulta.

"Entiendo. Me doy cuenta. Puede traer quilombo judicial", admitió el periodista. "A ver, ¿cómo veníamos?", dijo Viale, a lo que Milei respondió: "No sé. Volvé a preguntarme sobre LIBRA".

La escena dio la vuelta al mundo y desató numerosos cuestionamientos. Ante esto, el Gobierno relativizó la situación. "Pasa habitualmente en las notas grabadas que hay correcciones", dijo el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, mientras que el ministro Cúneo Libarona recalcó que "las notas grabadas son para eso, para evitar algún furcio".

Por su parte, el vocero Manuel Adorni dijo en A24 que "Santiago Caputo cortó la entrevista porque tiene el defecto de la excelencia y notó que eso podía prestar a confusión a una parte de la audiencia. De hecho, terminó la nota y el Presidente le dijo: 'Santiago, innecesario'".

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