Israel lanzó un ataque fulminante contra el corazón de la estructura nuclear y militar de Irán este viernes, desplegando aviones de combate y drones introducidos de contrabando en el país para atacar instalaciones clave y eliminar a generales de alto rango y científicos, en un bombardeo que, según dijo, era necesario antes de que su adversario se acercara más a construir un arma atómica.
De acuerdo con la agencia AP, Israel había amenazado durante mucho tiempo con tal ataque, y sucesivas administraciones estadounidenses habían tratado de prevenirlo, temiendo que encendiera un conflicto más amplio en Medio Oriente y posiblemente fuera ineficaz para destruir el programa nuclear disperso y endurecido de Irán.
Pero una confluencia de desarrollos provocados por el ataque de
Hamás el 7 de octubre de 2023 y el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca crearon las condiciones que permitieron a Israel finalmente cumplir con sus amenazas.
El gobierno hebreo había informado a la administración de Trump que los ataques a gran escala estaban por venir, según revelaron al mismo medio funcionarios en Estados Unidos e Israel bajo condición de anonimato para describir discusiones diplomáticas privadas.
El miércoles, Washington retiró a algunos diplomáticos estadounidenses de la capital de Irak y ofreció evacuaciones voluntarias para las familias de las tropas estadounidenses en Oriente Medio. Este viernes, Estados Unidos comenzó a desplazar recursos militares, incluidos barcos, en la región mientras Israel se preparaba para más represalias, remarcaron dos funcionarios norteamericanos.
Preparación
Según The New York Times, el operativo es el fruto de un trabajo conjunto de años entre las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y la agencia de espionaje de ese país, el Mossad. Ambas entidades, asegura el matutino citando fuentes conocedoras de la operación, se dedicaron a recopilar material sobre altos mandos del sistema de defensa iraní y científicos nucleares, así como también sobre ciertas infraestructuras estratégicas.
Este trabajo conjunto, que se realizó con el nombre clave "Con la Fuerza de un León", derivó en el operativo de este viernes, denominado "León Ascendente".
El Ejército israelí explicó que
unos 200 aviones participaron en el ataque inicial contra unos 100 objetivos. Por su parte,
el Mossad posicionó drones explosivos y armas de precisión dentro de Irán con anticipación, y los utilizó para atacar las defensas aéreas iraníes y lanzadores de misiles cerca de Teherán, según revelaron dos funcionarios de seguridad a AP.
De acuerdo con el diario israelí Haaretz, la inteligencia israelí levantó una base militar en Irán donde almacenó los drones explosivos, los que fueron activados tras la ofensiva de las FDI contra las defensas aéreas de Irán.
Asimismo, completa el matutino, el Mossad instaló sistemas de ataque en vehículos dentro de Irán, para así neutralizar la defensa aérea iraní y permitir el trabajo de los aviones de combate israelíes.
Zonas atacadas
Entre los sitios clave que Israel atacó se encontraba la principal instalación de enriquecimiento nuclear de Irán en Natanz, donde se podía ver una columna de humo negro. Israel también dijo que había destruido decenas de instalaciones de radar y lanzadores de misiles tierra-aire en el oeste de Irán (ver mapa).
El vocero militar israelí, el general de brigada Effie Defrin, dijo que la instalación de Natanz fue "significativamente dañada" y que la operación estaba "aún en sus inicios".
Entre los muertos estaban tres de los principales líderes militares de Irán: uno que supervisaba el conjunto de las fuerzas armadas, el general
Mohammad Bagheri; otro que dirigía la Guardia Revolucionaria, el general
Hossein Salami, y el responsable del programa de misiles balísticos de la Guardia, el general
Amir Ali Hajizadeh.
Según indicó un funcionario israelí a Fox News, estos altos mandos estaban reunidos en un mismo lugar porque fueron engañados. "Realizamos actividades específicas para conocerlos mejor y luego usamos esa información para influir en su comportamiento", aseguró, según recoge La Nación. "Sabíamos que esto los llevaría a reunirse, pero aún más importante, sabíamos cómo mantenerlos allí", enfatizó.
Irán confirmó los tres decesos, lo que supone un duro golpe para su teocracia gobernante y complicará los esfuerzos para tomar represalias. El líder supremo iraní, Ali Jamenei, apuntó que otros altos funcionarios militares y científicos también habían fallecido.

Aumento de tensiones en las semanas previas
La posibilidad de un ataque había sido evidente durante semanas a medida que crecía la preocupación sobre el programa nuclear iraní.
Israel ha estado decidido a impedir que Irán desarrolle armas nucleares, una preocupación que quedó al descubierto el jueves cuando la Junta de Gobernadores del OIEA censuró a Irán por primera vez en 20 años por su negativa a trabajar con sus inspectores. Tras eso, Teherán anunció que establecería un tercer sitio de enriquecimiento de uranio y que cambiaría algunas centrifugadoras por otras más avanzadas.
Aun así, hay múltiples evaluaciones sobre cuántas armas nucleares podría construir, si decidiera hacerlo.
Irán necesitaría meses para ensamblar, probar y desplegar cualquier arma, lo que hasta ahora ha dicho que no tiene deseo de hacer. Las agencias de inteligencia de Estados Unidos también han indicado qu
e Irán no tiene un programa de armas nucleares en este momento.
Una vez que comenzaron los ataques, la embajada de Estados Unidos en Jerusalén emitió una alerta en la que ordenó a los trabajadores del gobierno estadounidense y a sus familias que se refugiaran hasta nuevo aviso.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, afirmó que Israel tomó una "acción unilateral contra Irán" y que había informado a Washington de que creía que los ataques eran necesarios para su autodefensa.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó que la instalación de enriquecimiento de uranio de Irán en Natanz fue blanco de ataques, y dijo que estaba monitoreando los niveles de radiación.
Trump tiene previsto asistir a una reunión de su Consejo de Seguridad Nacional el viernes en la Sala de Situación de la Casa Blanca.